[4][5][6] Con matices propios de cada generación, los elementos comunes que ha dado forma a esta teoría política se han resumido como la idea nación chilena como una comunidad u organismo con personalidad propia (ver: nacionalismo étnico), la defensa del comunitarismo, el iberoamericanismo, y un fuerte antiliberalismo, anticomunismo y antiimperialismo.
[7] Las ideas nacionalistas chilenas nacen en el contexto de la profunda crisis política y económica chilena de comienzos de siglo XX, cuando un grupo de intelectuales intentó dar salida al proceso apelando principalmente a políticas que giraban en torno al desarrollismo industrial, el autoritarismo político, la identidad racial-nacional, el proteccionismo económico y la fuerte al crítica las liberalismo político y económico.
[11] Este libro contiene tres premisas principales: 1) que el mestizaje chileno había dado lugar a un tipo racial permanente y definido, compuesto tanto por el araucano, un indígena americano particularmente apto para la guerra y la hostilidad del clima; como por conquistadores españoles de sangre germánica, cuyas aptitudes guerreras también fueron destacadas por el autor.
[18] Entre los intelectuales que ayudaron a densificar el ideario nacionalista, se incluye al abogado y académico Alberto Edwards con La fronda aristocrática en Chile, un libro que criticaba el aburguesamiento de la aristocracia chilena dada su falta de conexión con la realidad, su incapacidad de reaccionar frente a la crisis y su talante economicista.
Esta obra estuvo fuertemente influenciada por La decadencia de Occidente del filósofo alemán Oswald Spengler, a quien citaba y estudiaba con detención; los investigadores Renato Cristi y Carlos Ruiz definen a Edwards como un pensador «conservador-revolucionario».
Por su parte, el también académico Carlos Keller, alumno directo de Spengler y miembro del Partido Nacista, publicó en 1931 La eterna crisis chilena, un libro de economía política y análisis sociológico que cerró lo que Mario Góngora llamó "la respuesta nacionalista a la crisis".
Inspirados por los primeros años del franquismo, hubo una variada producción intelectual de corte hispanista.
El abogado nacionalista Jorge Prat fundó la revista Estanquero en 1948, de fuerte raigambre hispanista y corporativista.
Con Augusto Pinochet en el poder, la principal producción intelectual nacionalista recayó en la revista Avanzada (que luego devendría partido político homónimo), el Centro de Estudios Nacionales dirigido por Lucia Pinochet (hija del dictador) y en la publicación del Ensayo histórico sobre la noción de Estado en Chile en los siglos XIX y XX, una feroz crítica al giro hacia el neoliberalismo que había tomado la Junta Militar en Chile, reafirmando además la nacionalidad chilena en la fortaleza del Estado.
En la actualidad, los académicos Daniel Chernilo, Axel Kaiser, Benjamín Ugalde y Felipe Schwember sitúan al filósofo existencialista Hugo Eduardo Herrera (n. 1974) dentro del nacionalismo chileno.
[19] Con respecto al nombre del Partido (o Unión) y su fecha de creación no hay una gran claridad.
[24][25] Sus principales integrantes fueron Alberto Edwards Vives, Francisco Antonio Encina, Luis Galdames, Tancredo Pinochet y Guillermo Subercaseaux.
Durante los años 1930 y 1940 el auge del fascismo en Europa se dejó sentir en algunos grupos nacionalistas chilenos.
Asimismo, el MNS encontró inicialmente apoyó en la comunidad alemana residente en Chile y en la comunidad germanodescendiente,[29][27] aunque con el tiempo este vínculo se disipa en la medida que el partido transita hacia posiciones ideológicas propias del nacionalismo chileno, llegando a cuestionar la no asimilación de las colonias dentro de la nacionalidad chilena.
En las elecciones parlamentarias de 1937 logró elegir a tres diputados: Jorge González von Marées por Santiago, Fernando Guarello Fitz-Henry por Valparaíso y Gustavo Vargas Molinare por Temuco.
[36] En 1963 algunos militantes realizaron un esfuerzo para unificar el PAL, pero en las elecciones parlamentarias de 1965 el partido no obtuvo resultados óptimos y dejó de tener existencia según las leyes electorales vigentes.
[36] Acción Nacional fue fundado por Jorge Prat Echaurren, Sergio Onofre Jarpa y Tobías Barros Ortíz el 15 de noviembre de 1963, quedando su directiva constituida por Sergio Onofre Jarpa como presidente y Renato Maino Schiavetti como secretario.
[50] El nacionalismo es herencia del pensamiento de Jorge Prat y su partido Acción Nacional, aunque no considera al estado como un fin en sí mismo, sino como un medio para desarrollar las expectativas del hombre.
A diferencia del Partido Conservador, el Nacional se definió a sí mismo como no confesional, “aunque se inspira en los valores espirituales de la civilización cristiana occidental”,[51] lo que da cuenta del alejamiento de los sectores de la derecha política con la iglesia católica, que había pasado a dar su apoyo al sector democratacristiano.