El Diario Ilustrado

Tras dicho cambio de propietarios, El Diario Ilustrado se trasladó a Moneda 1158.

Durante los años de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial destacaron en esta sección Dick Tracy y Anita la Huerfanita (Little Orphan Annie), mientras que en los albores de la Guerra Fría se hicieron populares Trucutú (Alley Oop) y Rabanitos (Peanuts) entre los lectores del periódico.

Una sección casi idéntica figuró en el periódico porteño La Unión (entre 1932 y 1972), así como en otros diarios a lo largo del país.

Hacia fines de los años 1950 la Iglesia Católica continuaba teniendo gran influencia en el periódico, ya que entre sus accionistas se encontraban instituciones como los conventos de los dominicos, carmelitas y jesuitas; Santo Domingo, San Agustín, Congregación del Verbo Divino; Monjas del Sagrado Corazón, Agustinas, Carmelitas, y de la Buena Enseñanza (sic.

[7]​ Gran parte de los colaboradores del periódico se trasladaron a la empresa El Mercurio (especialmente para el vespertino La Segunda), aunque también varios empleados trabajaron en La Prensa y Tribuna, ambos (especialmente el primero) siendo bastante similares al desaparecido periódico en sus últimos años respecto a su línea editorial, aunque con el paso del tiempo su postura política se radicalizó.

Portada de El Diario Ilustrado con la noticia de la Matanza del Seguro Obrero (1938).