[3] La reorganización afectó a sesenta unidades del Ejército de Tierra, de las que treinta y tres fueron disueltas, veintitrés transformadas y cuatro trasladadas.
[6] El Cuartel General estaba ubicado en Madrid y estaba formado por:[7] La Fuerza del Ejército de Tierra era el conjunto de medios humanos y materiales que se agrupaban y organizaban con el cometido principal de prepararse para la realización de operaciones militares terrestres y el llevarlas a cabo.
En su ámbito, llevaba a cabo el adiestramiento, la preparación y la evaluación de sus unidades y realizaba las misiones específicas que se le eran asignadas por el Cuartel General.
La nueva Fuerza Terrestre se creó para mejorar la capacidad de proyección, y para potenciar las unidades ligeras con amplia movilidad táctica.
La nueva estructura simplificaba y racionalizaba la fuerza, reduciendo el número de unidades pero asegurando que las existentes contaran con recursos humanos y materiales al nivel requerido para su buen funcionamiento.
En la nueva estructura desapareció la División como unidad administrativa, y la Brigada se configuró como el elemento fundamental de maniobra.
Como era el caso con el Mando de las Fuerzas Ligeras, las misiones que tenía encomendadas eran: supervisar las unidades que componían su mando en lo que concernía a material, personal y adiestramiento; dirigir la planificación de sus ejercicios; gestionar la creación de contingentes operacionales y coordinar su preparación logística.
La Fuerza Logística Operativa tenía su Cuartel General en La Coruña y Valencia.
La Fuerza Logística Operativa generaba las unidades necesarias para proporcionar el apoyo logístico de las unidades del Ejército de Tierra allá donde estuvieran desplegadas, y también podía proporcionar apoyo logístico como nación anfitriona a unidades de países aliados en el territorio nacional.