Dispone de una iglesia, un faro, varias casas, un puerto y un fuerte con almacenes.
También dispone de un aljibe, que periódicamente se rellena con agua traída en barco desde la península.
Unido a la isla principal mediante un pequeño puente se encuentra el diminuto islote llamado La Pulpera, que sirvió en tiempos de cementerio.
Se convirtió en un penal de presos comunes, políticos y desterrados.
Está situado todavía hoy a unos 150 metros al norte de la isla.