El B-25 es el único avión militar estadounidense que recibió el nombre de una persona concreta.
Al finalizar su producción, se habían fabricado cerca de 10 000 ejemplares del B-25 en diferentes versiones.
Pero basándose en los resultados obtenidos por este, North American fue autorizada a proseguir el desarrollo.
Esta versión, de la que se montaron 40 aparatos, introducía blindajes y depósitos autosellantes; el resto del contrato inicial (120 unidades) fue completado con la variante B-25B, que incorporaba torretas dorsal y ventral servoasistidas.
La producción del B-25C totalizó 1619 ejemplares; esta variante presentaba piloto automático, motores R-2600-13 y soportes subalares adicionales para más bombas.
Los B-25 Mitchell de las USAAF tuvieron un gran éxito en las operaciones en el Pacífico contra los japoneses.
Meses después, el B-25 Mitchell pasaría a la Historia por el bombardeo de Tokio, cuando 16 B-25B despegaron desde el portaaviones USS Hornet.
Una docena de B-25 comprados por Países Bajos que se encontraban en Australia fueron incautados por los estadounidenses para su empleo contra los japoneses en Filipinas y Nueva Guinea.
Los B-25 Mitchell tenían mayor autonomía que los bombarderos medios B-26, lo que unido a su menor velocidad de aterrizaje los hacían más apropiados para operar en las bases en las islas, y por tanto fue usado por la Armada, los Marines y las USAAF.
Además, disponían de cuatro o más ametralladoras adicionales montadas a los lados del morro.
Con al menos una docena de ametralladoras del calibre 12,7 mm disparando hacia el frente demostraron su efectividad contra cualquier blanco que encontraran, incluyendo destructores y cruceros ligeros japoneses.
En Birmania, los B-25 fueron usados como bombarderos de precisión para interrumpir las vías terrestres japonesas, destruyendo los puentes.
Otros importantes usuarios de los B-25 fueron Países Bajos, la China del Kuomintang y Australia.
La RAF destinó algunos de los B-25 Mitchell II a la Fuerza Aérea del Desierto, luchando contra el Afrikakorps desde 1942.
Debido a su mayor alcance que el B-26 Marauder, el B-25 realizó incursiones profundas en Europa y África, sufriendo numerosas pérdidas.
Después del Día D, la RAF trasladó sus cuatro escuadrones de B-25 al continente para apoyar el avance aliado.
El B-25 fue operado por en total 23 países, que los emplearon en diversos cometidos (patrulla marítima, bombardeo, entrenamiento, foto reconocimiento, avión de ataque, etc.).
La Real Fuerza Aérea Canadiense (RCAF) utilizó el B-25 Mitchell para entrenar durante la guerra.
5 en Boundary Bay y Abbotsford, Columbia Británica, operó el B-25D Mitchell en el rol de entrenamiento junto con B-24 Liberator for Heavy Conversion como parte del BCATP.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el Mitchell sirvió en cantidades bastante grandes con la Fuerza Aérea del gobierno neerlandés en el exilio.
En 1944, el más capaz B-25J Mitchell reemplazó a la mayoría de los modelos C y D anteriores.
Se trasladaron a Bélgica en octubre de 1944 y pasaron al Mitchell III en 1945.
En general, el B-25 fue operado como un bombardero diurno táctico y de apoyo terrestre (ya que se usaron Douglas A-20 Havoc similares).
Más de 100 B-25C y D fueron suministrados a los nacionalistas chinos durante la Segunda Guerra Sino-Japonesa.
Además, se suministró un total de 131 B-25J a China en el marco del programa Lend-Lease.
Anteriormente operaban bombarderos Tupolev SB de fabricación rusa, luego se transfirieron al B-25.
El avión continuó en operación después de la guerra, y algunos se convirtieron en transportes VIP rápidos.
Uno fue modificada para su uso como transporte de personal por el General Henry H. "Hap" Arnold y fue redesignado RB-25C.
Uno fue modificado para su uso como transporte de personal por el General Henry H. "Hap" Arnold y fue redesignado RB-25C.
En la actualidad siguen volando algunos B-25 Mitchell para películas, exhibiciones aéreas y para conmemorar el Día D en Normandía.