Ningún escocés verdadero

Se refiere a un argumento que toma la siguiente forma: Cuando se considera este argumento en el contexto de la lógica retórica, esto es una falacia si el predicado («poner azúcar en la avena») no es realmente contradictorio con la definición aceptada del sujeto («escocés»), o si la definición del sujeto se cambia tácitamente para que la contestación funcione.

El término «escocés auténtico» se aplica frecuentemente en discusiones sobre la identificación con movimientos políticos y religiosos.

[1]​ La introducción de este término se atribuye al filósofo británico Antony Flew, que en su libro de 1975 escribió: Esta falacia se usa comúnmente en política para excluir o incluir adeptos a sus ideas.

Otra manera de contestar esta falacia, sería la siguiente: Tienes razón al afirmar que no soy español, pero también yo tengo razón al creer que sí lo soy.

Así como crees que no soy español porque no encajo en tu pensamientos haces bien, pero si yo creo que soy español y así encajo muy bien en los míos haré mejor.