Falacia del costo irrecuperable

Esto es verdad, por supuesto, pero irrelevante para la decisión de si uno debe continuar invirtiendo en el proyecto.

Es decir, los argumentos para seguir invirtiendo en el proyecto no se deben basar en el miedo a la pérdida de lo invertido sino en las expectativas de funcionamiento del proyecto, ambas cosas totalmente independientes.

El nombre "falacia del Concorde" se debe a que este avión significó grandes inversiones por parte del gobierno francés, y éste decidió seguir adelante pese a que más tarde el mismo presentó fallas, debido a que no quería perderse el trabajo hecho.

La inversión en esta relación podría estar justificada por los objetivos o beneficios secundarios que pueda generar.

O en una situación optimista cuando los beneficios laterales disminuyan a partir de cierta barrera considerada mínima para el proyecto.