Nela Martínez

Recibió una educación religiosa durante su niñez y juventud; sin embargo, renunció a sus creencias cuando se afilió al materialismo dialéctico de Marx.

Posteriormente se enfocó en la escritura desde la ciudad de Quito, publicando bajo varios seudónimos.

[1]​ Entre ocho mujeres ecuatorianas, Martínez fue seleccionada y reconocida, por su ardua labor, ya que junto a otras grandes mujeres ecuatorianas como Tránsito Amaguaña y Dolores Cacuango, fue la gestora de la educación bilingüe en el país.

Por otro lado, su madre, mujer amante de la lectura y el arte, educó a su hija con todos los valores necesarios.

Nela, ante lo ocurrido, se une a la causa de los trabajadores y conforma un núcleo comunista, el cual causa gran admiración entre todos los participantes debido a que ella era la única mujer perteneciente al núcleo.

Luego de este acontecimiento, ingresa oficialmente al partido comunista, lo cual le costaría su trabajo.

En este mismo tiempo, creó junto a Dolores Cacuango, la Federación Ecuatoriana de Indios así como también las primeras escuelas indígenas donde se impartió el quechua.

Un año después, en marzo de 1942, inicia la edición y publicación del periódico Antinazi, lo cual fue un momento clave para su carrera ya que se publicaron 36 ediciones del mismo hasta 1944.

En 1950, Nela Martínez contrajo matrimonio con el que sería su primer esposo, el revolucionario y antifascista francés Raymond Meriguet.

En 1977, junto a intelectuales ecuatorianos de alto renombre, como Benjamín Carrión y Oswaldo Guayasamín, Nela fundó el Instituto Cultural José Martí.

Nela se destacó por su lucha anti intervencionista y antiimperialista frente al gobierno de los Estados Unidos.

Contrajo matrimonio, en 1934, con el novelista y ensayista Joaquín Gallegos Lara, habiéndose divorciado poco tiempo después.

La conquista es abordada por la traición de Velasco Ibarra quien conjuntamente con la derecha y el Partido Liberal había nombrado su gabinete.

Al finalizar las sesiones aceptó permanecer en Guatemala para ayudar a conformar el Partido Comunista en esa nación.

[11]​ De regreso a Quito, escribe con su nombre o seudónimos en algunas revistas y periódicos.

[12]​ Escribió en varias revistas, artículos sobre su lucha, sobre su ideología y las experiencias vividas en los países que visitaba.

La lucha política que sostuvo la Nela Martínez junto a otras activistas ecuatorianas influye en la nueva imagen que proporciona a la mujer en su litertura: prosa, lírica y en sus textos de no ficción, por igual.

Interactuaba con varios otros escritores contemporáneos a ella, incluyendo su propio marido Gallegos Lara.