Carlos Arroyo del Río

Llegado a los 40 de edad, era el líder indiscutido del liberalismo.Vivía de su trabajo jurídico muy cotizado ya por las empresas extranjeras que invertían y producían en el Ecuador.Era un hombre orgulloso y la derrota le habría causado mucho daño", dice su amigo Andrés F. Córdova.Arroyo modificó su criterio, aceptó la postulación y se empeñó en el triunfo como era natural".El Gobierno nació impopular pese a que intentó consolidarse buscando un entendimiento con la derecha: el propio nuncio apostólico presionó para que los conservadores "se sacrificaran" colaborando en los ministerios.Julio Tobar Donoso, ideólogo de prestigio y católico leal, aceptó la Cancillería.El cuerpo de Carabineros recibió más atención que las Fuerzas Armadas.Quienes más insistieron, incluso con rudeza, fueron los representantes de Brasil y Estados Unidos.El canciller ecuatoriano no pronunció siquiera un discurso de protesta.Y, además, porque para equipararse al Perú y expulsar al invasor, Ecuador hubiera debido armar un Ejército de 14 mil soldados, lo que habría exigido 350 millones de sucres, sin contar con el costo del armamento, inasequible entonces por la guerra mundial y la unidad del Continente impuesta por los Estados Unidos.Arroyo del Río estaba obligado a renunciar y no lo hizo.En noviembre de 1942 aceptó un viaje, a los Estados Unidos, México, Cuba, Venezuela y Colombia en el que lució su oratoria y del que regresó con el nimbo de apóstol del panamericanismo.Incluso, se levantaron campos de prisioneros en Cuenca, para estos ciudadanos ecuatorianos.La situación económica se volvía crítica para quienes vivían de entradas fijas.Por lo menos, acogió las sugestiones del Banco Central y tomó medidas adecuadas cuando ... se acumularon cuantiosas reservas de dólares que obraban sobre la expansión inflacionario de la moneda".Proliferaban las manifestaciones antigubernamentales malamente reprimidas por el cuerpo de Carabineros.
Arroyo del Río, c. de 1945.
Estatua de Carlos Alberto Arroyo del Río en el Parque Central Los Ceibos en Guayaquil