Museo de Arte Popular José Hernández

Su objetivo es coleccionar, investigar, preservar, exhibir y promover el arte popular argentino en sus diferentes variantes.

El museo actualiza permanentemente sus colecciones y es así como se han incorporado objetos de artesanas y artesanos contemporáneos que siguen los estilos tradicionales o realizan innovaciones dentro de las nuevas tendencias.

Sus especialidades artesanales comprenden orfebrería, tejido, alfarería, cuero, madera, asta y hueso, calabaza, imaginería, máscaras, instrumentos musicales, vidrio, etc. aunque la materia prima no es siempre el criterio taxonómico con que la definen los propios artesanos.

Más adelante se agregaron artesanías provenientes de compras efectuadas en viajes de estudio patrocinados para tal fin por el museo a las provincias del interior del país, especialmente al Noroeste argentino (NOA).

En el año 2000 se incorporaron las piezas que había pertenecido al Centro de Promoción Artesanal (CEPAR), un área destinada a jerarquizar el oficio y valorar el trabajo de artesanas y artesanos creada en 1980.

Otra colección muy importante es la conformada con piezas creadas por Hermógenes Cayo, artista plástico, artesano imaginero, tejedor y arquitecto espontáneo que vivió en la Puna sobre cuya vida Jorge Prelorán realizó la documental “Hemógenes Cayo, un imaginero de la Puna (1969)”.

Esta idea fue revisada y las distintas gestiones del museo adoptaron puntos de vista que cuestionaron estos supuestos.

La neoartesanía es una tendencia que propone un diálogo entre tradición, innovación, pasado, presente, lo local y lo global.

La mayoría de las y los especialistas consultados entienden que las clasificaciones son un producto social históricamente determinado.

En algunos casos la categoría tradicional también incluye a las artesanías indígenas y la neoartesanía no siempre se reconoce como una modalidad especial sino que se la sitúa dentro de las producciones innovadoras de las artesanías contemporáneas.

Fue suplantado por MATRIA (Mercado de Artesanías Tradicionales e Innovadoras Argentinas) para ampliar el concepto, hacerlo más flexible y dar lugar a nuevas expresiones dentro del campo artesanal.

[4] La biblioteca del Museo de Arte Popular José Hernández está conformada por una colección especializada en folklore, artesanías, arte popular, literatura gauchesca y nativista, antropología y patrimonio cultural siendo en su tipo una de las más importantes del país.

[6]​ La casa es un petit hotel de estilo ecléctico obra del italiano Pierino Piccaluga.

La fachada original contaba con una amplia escalinata y reja frontal que fueron eliminadas con el ensanche de la Av.

En sus primeros años la casa fue administrada por la Asociación Folklórica Argentina, una institución privada creada en 1937 a la que se le encomendó la organización del museo y la creación de un archivo y una biblioteca especializada en folklore argentino.

Vocales: Enrique Amadeo Artayeta, Carlos Bernaldo de Quirós, Ricardo del Campo, Justo P. Sáenz (h)[9]​ , Julián García Velloso.

Vocales suplentes: Alejo Buenaventura González Garaño Peña, Jorge Casares, Emilio Solanet, Carlos María Lastra, Alejandro Ortiz.

[12]​ La Asociación Folklórica Argentina funcionó en el museo hasta el año 1949 y editó tres publicaciones periódicas: el Boletín durante cuatro años, los Cuadernos Folklóricos con 12 números y Anales que salió a la luz en tres oportunidades.

[15]​ En 1976 durante la Dictadura Cívico Militar, las autoridades municipales le quitaron al museo, sin que medie norma alguna, la palabra Populares a su nombre y se lo llamó a partir de entonces Museo de Motivos Argentinos José Hernández.

Poeta, escritor y periodista, siendo niño su familia se trasladó a la ciudad de Añatuya en Santiago del Estero.

Estaba integrada por 2.600 piezas de artesanías de plata, cuero, textiles y otras que formaban parte o evocaban el mundo rural del siglo XIX hasta casi mediados del siglo XX.

Se intervino además el segundo cuerpo del edificio donde estaban las cocheras, el depósito y el gimnasio con ring side, sumando a la ampliación del museo dos salas de exhibición más en la planta baja y la instalación de la biblioteca en la planta alta.

[23]​ Buscando una mayor visibilidad entre un público que le interesaba atraer, el museo comenzó a exponer fuera de sede.

Entre ellas puede mencionarse a Susana Chertudi, especialista en folklore; el antropólogo Marcelo Bórmida[26]​ ; Fernando Márquez Miranda, historiador y arqueólogo y Olga Fernández Latour de Botas profesora de folklore.

Comenzó la carrera de Ingeniería pero la abandonó para viajar por todo el litoral acompañando a los trabajadores golondrinas.

Entre sus amigos más destacados se contaban John William Cooke, Arturo Jauretche y Raúl Scalabrini Ortíz.

[29]​ Su gestión se caracterizó por el interés en clasificar y difundir las colecciones etnográficas del museo.

Para más información sobre Vicente Trípoli se puede consultar la reseña biográfica realizada por Darío Pulfer accesible en [12] 1976 - 1991.

Uno de los ciclos anuales se denominaba Valoraciones y tenía como objetivo difundir el patrimonio del museo.

[33]​ Su dirección fue innovadora: creó dentro del museo un área dedicada a la comunicación y la promoción artesanal destacando el rol de las y los artesanos como creadores de patrimonio a los que se les abrió las puertas del museo incorporando sus propuestas.

Carlos G. Daws y Ernesta Mezzadra en su casa-museo
Poncho chiriguano confeccionado en telar vertical, siglo XIX. Colección del MAP José Hernández.
Fiador de plata, siglo XIX . Colección del MAP José Hernández
Stephen the chicken bank. Colección del MAP José Hernández
Mate neoartesanal de la colección del MAP José Hernández
Félix (iz.)y su padre Federico Bunge (der.)
Félix Bunge con su perro dogo