[3] Los primeros intentos de penetrar en la región fueron durante los siglos XVI y XVII, aunque varios fueron infructuosos.
Tanto Barace como otros jesuitas reconocían a Del Castillo como el autor y principal impulsor de la empresa.
En ese momento, el padre Marbán tomó posesión de ese territorio, iniciando así la ardua labor de persuadir a los mojeños para adherirse a la fe católica.
[1] Entre las más importantes, con sus nombres originales de fundación, estaban las siguientes:[3] Las misiones jesuíticas de Moxos estaban agrupadas en tres partidos: Mamoré, Pampas y Baures.
[4] Es importante notar que muchas de las misiones fueron luego abandonadas o relocalizadas, y algunas fueron fundadas nuevamente.
[1] Las misiones acogían a numerosos pueblos indígenas, a veces más de uno por misión, entre los que se encontraban: moxeños, chimanes, rokorono, baures, canichana, movimas, cayubabas, morés, chapacuras y los aricoroni.