Mediación de Lavalle

También en Chile era conocido y durante su corta estadía se entrevistó con los protagonistas más importantes de la sociedad.

[notas 1]​ Agudo observador, Lavalle dejó narradas sus experiencias en un opúsculo "Mi Misión en Chile en 1879" en que expone los principales hechos acaecidos y sus juicios sobre ellos.

Perú se había aliado militarmente con Bolivia en el Tratado de Alianza Defensiva (Perú-Bolivia), pero había fracasado en atraer a Argentina a la alianza, había perdido la supremacía naval, no lograba influir en forma determinante en la política exterior de Bolivia y no podía impedir que Chile atrajese a Bolivia con ofertas de territorios peruanos.

[notas 2]​ Cuando en diciembre de 1874 la fragata blindada Cochrane llegó a Valparaíso y dio a Chile supremacía naval sobre Argentina y Perú, ambos países no desearon comprometerse en una guerra por territorios ajenos.

: 25 Bolivia en la mitad del siglo xix tenía varios intereses en juego: necesitaba urgentemente recaudar impuestos para financiar sus gastos fiscales;[4]​ asegurar su soberanía sobre la lejana región del Litoral (hoy Antofagasta); conseguir un puerto expedito para su comercio exterior dado que hacia los lejanos puertos en Antofagasta no existían caminos ni ferrocarriles.

Sus gobiernos buscaban ayuda a veces en Chile (Melgarejo), otras en Perú (Daza).

Daza intentó expulsar la influencia chilena en la región y utilizar para ello el Tratado Secreto que unía a ambos aliados.

La relación entre ambos países mejoró en diciembre de 1878 con la firma del Tratado Fierro-Sarratea, que no solucionó los problemas pero al menos los postergó, permitiendo al gobierno de Chile concentrar sus esfuerzos en la solución del conflicto con Bolivia, que económicamente eran más importantes que la Patagonia, considerada en Chile como un desierto sin expectativas.

Bolivia se negó a negociar con Chile hasta la desocupación de la franja.

[1]​: 5  Ese mismo día Lavalle se entrevistó con el Presidente de Perú.

Durante su estadía, el consulado de Perú en Valparaíso y en Antofagasta fueron atacados por manifestantes.

En vista de la efervescencia en las calles del puerto, Lavalle continuó su viaje por tren a Santiago, adonde llegó esa misma noche.

Lavalle repuso que razones de fundamento similar eran aducidas por Bolivia para exigirlas.

[1]​: 102 También el representante argentino Mariano de Sarratea intentó participar en las negociaciones, pero fue rechazado por Chile.

[1]​: 98 El 24 de marzo Pinto comunicó a Lavalle que Perú era un mediador armado y próximo a ser beligerante y como tal cualquier proposición suya tenía el carácter de conminatoria y que había ordenado al ministro plenipotenciario en Lima Joaquín Godoy Cruz exigir una declaración de neutralidad al gobierno del Perú.

Lavalle se declaró conforme, pero la propuesta fue rechazada por el gabinete de Pinto.

A partir de entonces ya las compras militares chilenas se debían hacer burlando los controles oficiales en Europa.

Ese día Lavalle comunicó a Fierro el contenido del tratado.

En 1883, autorizado por el gobierno chileno, volvió y participó en la negociación del Tratado de Ancón.

Un tema inconcluso y controvertido es cuanto se sabía en Chile sobre el tratado secreto de los aliados.

La mediación se inscribe exactamente en los planes del pacto como los describe Edgardo Mercado Jarrín: crear un problema, buscar la mediación de Perú y Argentina, obligar a Chile a aceptar la oferta "armada" de los mediadores:[6]​

Miembros de la misión diplomática peruana que viajó a Chile para mediar en el conflicto chileno-boliviano. De izquierda a derecha Secretario Javier Melecio Casós, [ 1 ] : LVIII de pie el agregado militar Hernando de Lavalle; y el ministro plenipotenciario José Antonio de Lavalle.