No estaban sometidas a la misma vigilancia que sus hermanas mayores, y pasaban mucho tiempo lejos de sus padres, con quienes se comunicaban por carta.
En comparación con la formación cuidadosamente planeada de sus hermanas Carlota, Augusta e Isabel, la educación dada a estas tres princesas más jóvenes fue bastante relajada.
[1] En torno a 1796, María se enamoró del príncipe holandés Guillermo Jorge Federico de Orange-Nassau que estaba exiliado con su familia en Londres.
En 1799, el príncipe Guillermo murió de una infección mientras servía en el ejército, y a María se le permitió guardar luto oficial.
María sentía un especial afecto por su hermana más pequeña, la princesa Amelia, a quien cuidó devotamente durante su enfermedad, y cuya prematura muerte en 1810 la sumió en una profunda tristeza.