Ha sido creado en cuatro ocasiones, la primera en 1726, únicamente para miembros de la Familia Real Británica y ha contado con seis titulares.
Cuando Alfredo se convirtió en el soberano de los dos ducados alemanes de Sajonia-Coburgo y Sajonia-Gotha, en 1893, él y sus cinco hijos tuvieron que renunciar a sus títulos británicos, por lo que el título dejó de existir otra vez.
A principios de ese año, Felipe había renunciado a sus títulos reales griegos y daneses (nació siendo príncipe de Grecia y Dinamarca, al ser nieto por línea masculina del rey Jorge I de Grecia y bisnieto, también por línea masculina, del rey Cristián IX de Dinamarca) junto con sus derechos al trono griego.
Dado que el título revirtió a la Corona por la ascensión del Carlos III, tenía que ser creado por cuarta vez por el nuevo monarca en favor de su hermano.
La creación es vitalicia, por lo que, una vez fallecido el actual titular, la dignidad revertirá a la Corona.