Tras la derrota cambió de bando y participó en el primer sitio de Montevideo, uniéndose más tarde a las tropas del caudillo José Artigas.
Fue enviado al Ejército del Norte, en el cual fue reconocido con el grado de coronel.
Se unió con sus aliados en Baltimore, donde escribió varias notas en la prensa.
Amenazó con disolver el cabildo si no se le concedía esa autoridad.
En 1826 se unió al sitio de Montevideo, donde aún resistían las autoridades brasileñas, en la misma época en que el ejército argentino hacía la campaña de Ituzaingó.
En 1828 fue nombrado jefe político del departamento capital, que sólo nominalmente incluía la ciudad de Montevideo.
En 1838 regresó a Buenos Aires, llamado por el general Soler para organizar el cuerpo de policía, pero finalmente no ocupó cargo alguno.