Manuel Cepeda

[1]​[2]​[3]​ Como miembro del Comité Ejecutivo Central del Partido Comunista Colombiano (PCC) denunciaba continuamente la persecución política contra el PCC, la Unión Nacional de Oposición y la Unión Patriótica (UP).En el fallo de condena del Estado por el genocidio de la UP, la Corte IDH sostuvo que la represión sufrida por la Unión Patriótica incluyó asesinatos, torturas, desapariciones forzadas, allanamientos y atentados.También afirmó que esta violencia sistemática se extendió a casi la totalidad del país, contando para ello con la complicidad de autoridades locales.Al momento de morir, Cepeda tenía como pareja a Olga Navia, activista política y cultural.Dos semanas después, es asesinado en Florencia Caquetá Henry Millán Gonzalez, ex representante a la cámara por el Caquetá en reemplazo de Iván Márquez y cofundador de la UP en el departamento.En 1993 fueron asesinados 129 líderes más; y también se dio marcha al «Plan Retorno», a través del cual se buscaba la criminalización de los líderes de la UP que continuaban activos políticamente.El exparamilitar Jesús Emiro Pereira Rivera es el único condenado por este caso.La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, considerando que el Estado colombiano no había actuado con diligencia en la investigación y sanción de los responsables del magnicidio, que había obstruido la justicia, que no había reparado adecuadamente a los familiares del asesinado líder y que presuntamente el asesinato fue perpetrado mediante la coordinación de miembros del Ejército con grupos paramilitares, decidió someter el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.La Corte exigió al Estado reconocer su culpabilidad en un acto público, producir un documental sobre la vida de Manuel Cepeda, hacer una publicación escrita sobre el asesinado senador, otorgar una indemnización económica a los familiares de la víctima, entre otros.Germán Vargas Lleras, quien para entonces se desempeñaba como ministro del Interior, en nombre del Estado, reconoció que el asesinato "fue cometido por agentes del Estado en complicidad con paramilitares y que la justicia colombiana fue incapaz de encontrar y juzgar a los responsables de este crimen", y pidió perdón a la familia de Cepeda.En 1981, Cepeda publicó: Yira Castro: mi bandera es la alegría, homenaje póstumo a su esposa que fallece ese año.