Existieron tres estilos musicales: la música del renacimiento (polifonía vocal coral), el barroco que llegó un poco más tarde en España y Portugal pero tendrá su influencia a fines del siglo XVII, y a fines del siglo XVIII el clasicismo, a través del estilo de lo que fue la primera escuela de Viena que se desarrolló a lo largo de Europa y la monarquía española.
También fue importante Gutierre Fernández Hidalgo, Don Gonzalo Pillajo, Manuel Blasco y Joseph Hortuño.
Además se conoce que Fray Jodoco Ricke a su vez construyó un órgano, tal vez fue el impulsado por Lorenzo de Cepeda, así como importó varios instrumentos para celebrar la misa en el convento de San Francisco.
Relacionado con la música los profesores de este instituto fueron españoles pero también destacaron personas nacidas en Ecuador que a su vez tuvieron ayudantes indígenas.
Además solamente 9 de ellas se puede atribuir a un autor, quedando el resto en el anonimato.
Existió además una forma instrumental compuesta para órgano en las catedrales que se denomina el Guamán o Tono de Oración.
Su estructura es ABA en donde se intermedia el tema con un pasacalle, género español popular del siglo XVIII, y que tiene versos en castellano.
Sin embargo, si se puede catalogar musicalmente estas composiciones, los tres géneros que agrupan gran cantidad de ellos son el villancico, los romances y las chanzonetas.
[6] Como parte del impulso de la religión, los villancicos que estaban limitados al tiempo de Adviento y Navidad, se permitió su uso en otros momentos debido a que los textos estaban en castellano.
Esto le dio mucha fuerza al villancico en los virreinatos que no se ven en Europa como los Carols en Inglaterra o los Noelle en Francia.
Este es un poema de versos octosílabos con rima libre los impares y asonante los pares.
Al igual que el villancico y las chanzonetas, los romances se escuchaban únicamente en el último Oficio nocturno, conocido como Maitín que se daba antes de la salida del sol (Laudes).
Esto pudo tener una influencia sobre el posterior género llamado albazo que generalmente se suele relacionar con el alborada, por sus temas profanos pero por la difusión de la religión en estos territorios es probable que su influencia haya venido del Maitín.
El objetivo de esto fue reemplazar los Responsorios, Antifonías y Salmos en latín por formas alternativas en castellano.
[8] Muchas veces la palabra chanzoneta se usaba para distinguir del villancico porque este último era usado en momentos fuera de la Navidad mientras que el primero exclusivamente en diciembre.
[12] Los Arrullos son versos que se acompañan con varios instrumentos como el tambor, las maracas, el guasá y el cununo.
A partir del siglo XVII empezaría el bajo continuo con el arpa, el bajón y el órgano.
El arpa sería el único instrumento de cuerda que era admitido por la iglesia para la interpretación.
Estos no estaban representados en la partitura sino que duplicaban a las voces, muchas veces también para reemplazar a voces que por el registro no podían ser cantadas.
Los coros estaban generalmente conformados por hombres y en caso de las parte más altas del registro lo cantaban niños.
Además contenían una sección de coplas con la misma secuencia musical que se repite constantemente.
Por otro lado el villancico "Vengan a ver Peregrinos" está conformado por cinco voces con el texto principal de la responsión y cuatro coplas que serían interpretadas por los solistas.
Cada grupo a su vez contaba con roles que podían variar dependiendo de la época.
Por ejemplo, en el caso de Ibarra, su patrono era San José, a quien le dedicaron muchas composiciones.
Dependiendo de cuantos días después, se contaba como secunda, tertia, quarta o quinta.
[17] Para la música en cambio durante el siglo pasado la recuperación se realizó a través de la composición principalmente, antes que la musicología.