Su padre trabajó como conserje del Conservatorio Nacional de Música de Quito y se cuenta que de muy niño, Gerardo solía acercarse silencioso a las clases de dictado, gritar súbitamente las notas correctas a los estudiantes mayores y correr para ponerse a salvo.
A los quince años ingresó a las clases de escrituras de Luis Humberto Salgado.
En 1952 lo encontramos en Guayaquil estudiando obras de Bartok y composición con el músico húngaro Jorge Raycki.
[3] Confeso nacionalista aunque de visión amplia, original y cualitativa: usó técnicas contemporáneas a tal punto que Robert Stevenson escribe que "Guevara Viteri se ha inspirado en estilos europeos".
[5] Su catálogo es numeroso así como numerosas son las colaboraciones escritas para infinidad de revistas y periódicos.