Su obra siempre ha tratado temas sociales y por ella fue nominado al Premio Cervantes.
Su padre se dedicaría a estudiar temas esotéricos, sería un masón iniciado y rosacruz.
De él heredaría Jorge Enrique su amor por los libros, aunque dedicaría su vida a temas más bien literarios, políticos y lingüísticos.
En 1949 publicó su primer libro Ecuador amargo, que fue comentado por Neruda y Carlos Drummond de Andrade.
Narró este hecho en un "informe personal" y publicaría un libro titulado Mayo de 1968 (¿siglo XXI?).
[9] Durante esta etapa especialmente se dedicó a la traducción, por lo que llevó al español la poesía de T.S.
Elliot, Langston Hughes, Jacques Prévert, Yannis Ritsos, Vinícius de Moraes, Nazım Hikmet, Fernando Pessoa, Joseph Brodsky y Seamus Heaney.
En 1973 publicó en Madrid, Informe personal sobre la situación, en México, en 1976 la novela Entre Marx y una mujer desnuda –que ese año obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia, otorgado por primera vez a un escritor extranjero no residente en ese país.
Ese mismo año apareció una nueva obra de teatro La subida a los infiernos, publicada en alemán antes que en español.
[11] En 1996 se estrenó con éxito en Ecuador la película Entre Marx y una mujer desnuda, basada en su novela homónima.
[16] Su trabajo en la novela experimental renovó este género que se había caracterizado por limitarse al realismo social de los años treinta.