Los demonios

La traducción al inglés de Constance Garnett en 1916 popularizó la novela y le dio notoriedad como The Possessed (Poseídos o Endemoniados), pero este título ha sido discutido por traductores posteriores.[15]​ La narración es en primera persona por un personaje menor, Antón Lavréntievich G—v, quien es amigo íntimo y confidente de Stepán Verjovenski.Originalmente empleado como tutor del hijo de Stavróguina, Nikolái Vsévolodovich, Stepán Trofímovich ha estado allí durante casi veinte años en una relación íntima pero platónica con su noble patrona.Los asuntos se complican aún más cuando llega una misteriosa «mujer tullida», Maria Lebiádkina, con la que según los rumores, también está relacionado Nikolái Vsévolodovich, aunque nadie parece saber exactamente cómo.Llega Praskovia, acompañada por su sobrino Mavriki Nikoláievich, exigiendo saber por qué su hija ha sido arrastrada al «escándalo» de Varvara Petrovna.Para sorpresa de todos, sin embargo, quien entra es un completo extraño, y empieza a dominar, inmediatamente, la conversación.Varvara Petrovna lo detiene imperiosamente e, indicando a María, le exige saber si ella es su legítima esposa.Nikolái Vsévolodovich se dirige a Dasha, felicitándola por su inminente matrimonio, del cual, según él, fue informado expresamente.Una furiosa Varvara Petrovna le dice a Stepán Trofímovich que salga de su casa y no vuelva nunca.Lo mira a los ojos durante mucho tiempo sin decir nada, y de repente lo golpea en la cara con todas sus fuerzas.Más bien Piotr Stepánovich está intentando implicar a Stavroguin en sus propios planes políticos radicales, y ávidamente busca serle de utilidad.Luego llama a Stavroguin, que llega justo cuando Mavriki Nikoláievich, el nuevo novio de Liza, se marcha airadamente.Están presentes una gran variedad de idealistas, tipos descontentos y pseudointelectuales, sobre todo el filósofo Shigaliov, que intenta exponer su teoría sobre la organización social totalitaria del futuro, históricamente necesaria.Al encontrarse con ellos en el lugar de Kiríllov, donde también está presente Fedka, Verjovenski exige saber si Stavroguin proporcionará los fondos para tratar con los Lebiadkin.El discurso equivale a una declaración de amor, alcanzando un clímax con la exclamación «¡Stavrogin, qué bello es usted!»[59]​ y, súbitamente, le besa la mano.Mientras Yulia Mijáilovna habla encantadora con Stepán Trofímovich y el «gran escritor» Karmazínov, quienes leerán al día siguiente, en la gala literaria, entra Piotr Stepánovich.Pero la atención se desvía de inmediato a un nuevo drama: Stavroguin ha entrado en la sala y Liza lo aborda.Le sigue, rápidamente, el genio literario Karmazínov que lee una despedida a su público titulado «Merci».Acuerdan asesinar a Shátov y planean atraerlo al lugar aislado donde ha enterrado la imprenta de la sociedad.En sus últimas horas conscientes, reconoce el engaño de su vida, perdona a los demás y pronuncia un discurso extático que expresa su nuevo amor por Dios.Desde Skvoréshniki llegan noticias de que Nikolái Vsévolodovich está allí y se ha encerrado sin decir una palabra a nadie.Dostoyevski consideraba que el capítulo era esencial para comprender la psicología de Stavroguin, e intentó salvarlo desesperadamente, pero sin éxito, mediante revisiones y concesiones a Katkov.Finalmente, se vio obligado a dejarlo y reescribir partes de la novela que trataba su tema.También se ha publicado por separado, traducido del ruso al inglés por S. S. Kotelianski y Virginia Woolf, con un ensayo sobre Dostoyevski por Sigmund Freud.[96]​ La manifestación más sorprendente de su dilema está en el diálogo con Tijon, donde lo encontramos, quizás por una sola vez, comunicando sinceramente su estado interior.Habiéndole confiado su familia una gran suma de dinero, un joven hasta ahora tranquilo y responsable lo desperdicia deliberadamente en una vida desenfrenada durante varios días.[105]​ Casi todos los personajes principales, o al menos sus creencias fundamentales, parten de prototipos contemporáneas realmente existentes.[110]​ Incluso los personajes más extremos e improbables, como Kiríllov y Shigaliov, se basaron en personas reales o ideas de la época.[116]​[117]​[118]​ Según Richard Pevear, Dostoyevski incluso presagió la aparición del propio Lenin con su descripción del lector final en la malograda gala literaria: «un hombre de unos cuarenta años, calvo delante y detrás, con una pequeña barba grisácea, que ... sigue levantando el puño sobre su cabeza y haciéndolo caer como si aplastara a un adversario hasta el polvo».[121]​ En su libro Dostoyevski en Manhattan, el filósofo francés André Glucksmann argumentó que «nihilismo», tal como se muestra en Los demonios, es la idea subyacente o «forma característica» del terrorismo moderno.
Anotaciones e ilustraciones del primer borrador de Dostoyevski para la novela.
Serguéi Necháyev , en quien se basó el personaje de Verjovenski, hacia 1870.
Dostoyevski en 1876.