Están formados por abruptas cuestas que suben hacia el sur desde la margen del río Henares, y que en algunos puntos llegan a ser cortados verticales; y cumbres planas con pendientes poco destacadas hacia el sur en forma de páramo.
En el término complutense alcanzan los 843 m s. n. m.[1] Los cerros eran lugares de más fácil defensa que las vegas, por ese motivo se ubicaron en ellos el oppidum prerromano y la fortaleza andalusí de Alcalá la Vieja.
En este último tramo los cerros que ponen en contacto La Alcarria con La Campiña son apenas perceptibles.
Los estratos superiores están constituidos por rocas calizas del período Pontiense (Mioceno superior), más duras y de un color más claro que las areniscas que forman los estratos inferiores.
El río fue excavando terrazas fluviales a lo largo de los periodos glaciares e interglaciares del Cuaternario.