Toma de Ciudad Juárez

Esta batalla no estaba prevista por Francisco I. Madero, quien nunca la autorizó oficialmente, ni siquiera dio orden de ataque a la ciudad, por el contrario, consideraba que Ciudad Juárez no era esencial para la revolución y que la clave estaba en el sur.Cabe señalar que esta campaña empezó en el estado de Chihuahua y terminó ahí, en la frontera norte, Ciudad Juárez.Todo empezó cuando en Chihuahua aceleraron los preparativos para la Revolución, donde estalló y se propagó el movimiento.Para los revolucionarios, simbolizaba además la ventaja adicional de estar con un pie en cada margen del río Bravo o Grande.Durante la primera década del siglo XX, Juárez había iniciado un proceso de crecimiento económico que fue truncado por la Revolución.La frontera Ciudad Juárez-El Paso desempeñó un papel importante en el drama revolucionario de 1910 y no solo porque revolucionarios prominentes fueron originarios del Norte, como Pascual Orozco, Abraham González, Francisco I. Madero, Francisco Villa, Venustiano Carranza, Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles.También, simbolizaba además la ventaja adicional de estar con un pie en cada margen del río Bravo.Del 14 al 19 de enero, permaneció en la ciudad y desplegó una intensa actividad política dirigida a organizar el Partido Nacional Antirreeleccionista.Lo cual tuvo que esperar hasta una orden de Francisco I. Madero para atacar.Con todo el estado anímico por los suelos, Francisco I. Madero, junto con un Francisco Villa que empezaba a ser reconocido por su notable liderazgo y manejo de las batallas decidieron atacar la estación de ferrocarriles Bauche, contra todo pronóstico esta batalla resultó una contundente victoria contra las tropas federales.El combate fue sostenido con brío, por ambos lados, estando a punto de sucumbir las fuerzas del Coronel Rabago.La fatalidad completa su obra; la última ametralladora que dirigía el Teniente Silva, dejó de funcionar; estaba inutilizada por un tornillo, por un cartucho o por nada quizá.Pero Madero tenía un plan en mente para librarse del General Rabago y así poder llegar a Ciudad Juárez.Al día siguiente Madero dio a conocer sus condiciones a los generales Toribio Esquivel y Oscar Branniff, entre otras demandas, se solicitaba la renuncia del General Porfirio Díaz y de Ramón Corral a la Presidencia y Vicepresidencia de la República respectivamente, así como la entrega del poder al Licenciado Francisco León de la Barra.Toribio Esquivel y Óscar Braniff lograron un primer acuerdo de armisticio por cinco días, mismo que fue prorrogado en dos ocasiones consecutivas, sin llegarse a acuerdo alguno, lo que desató las hostilidades de nueva cuenta.Mas infortunadamente esto último no ha sido así, y el gobierno, que se consagraba a la doble labor de combatir con las armas a la rebelión y de dar garantías para el porvenir a la opinión pública, ha querido probar una vez más su deseo de restablecer la paz por medios legítimos y decorosos.Por otra parte, fijar plazo a la renuncia, equivaldría a exponerse a los inconvenientes apuntados, por no ser posible prever cuándo cesará el desorden, y lo que es peor, debilitaría el prestigio y la autoridad del jefe de la Nación, precisamente cuando más necesarias son estas condiciones para vigorizar la situación política, cuyos firmes puntos de apoyo deben ser, principalmente, el buen sentido del pueblo y la actitud del ejército, de cuya conducta bizarra y ejemplar se enorgullece la República.La ciudad estaba resguardada en 17 puntos por los federales, entre los cuales se encontraban casas de adobe, escuelas, trincheras.En esta selección comete un error que gira en torno al nombramiento de Venustiano Carranza, pues Orozco y Villa, no le consideran mérito alguno para ocupar ese puesto, lo que ocasiona una nueva fricción.Abraham Oros Oros, uno de los más crueles y sanguinarios jefes insurrectos de la región, quien había sido nombrado jefe político del distrito por Orozco, mando a ejecutar a Urbano Zea, el exjefe político federal.Venustiano Carranza, por su parte respondió con estas palabras: "Sí, nosotros no queremos ministros ni gobernadores, sino que se cumpla la soberana voluntad de la nación.Entonces Porfirio Díaz renuncia a la presidencia diciendo estas palabras "Madero ha soltado al tigre.A unos pasos, un puente colgante comunicaba al campamento rebelde con la otra orilla del río Bravo.Por ahí cruzaban los revolucionarios a El Paso y sus simpatizantes lo hacían en sentido contrario desde la ciudad vecina.El Times avisó a los ciudadanos que debían mantenerse alejados de las calles y sugirió como único lugar seguro unas colinas cercanas.Ruhl escribió que la orilla del río estaba poblada soldados norteamericanos y rangers texanos patrullando la frontera, turistas haciendo escala en su viaje a California y jóvenes paseños de excursión en sus automóviles.En días posteriores, permaneció en El Paso, lugar que describió como una ciudad moderna, en cuyos callejones hombres misteriosos subían escaleras secretas para llevar y traer mensajes.Faltaban tres meses para la Batalla de Juárez, pero la guerra ya había comenzado.Una de estas imágenes es del general Navarro quien por entonces todavía posaba sin reservas para los corresponsales.La Toma de Ciudad Juárez fue un enfrentamiento decisivo que se desarrolló durante la Revolución Mexicana y ocasionó la renuncia de Porfirio Díaz, pero después ocasionaría interminables divisiones y rupturas entre los revolucionarios por el poder durante los siguientes 12 años.
Ricardo y Enrique Flores Magón, principales inculcadores del anarcosindicalismo y antirreeleccionismo.
Mujeres revolucionarias, en el Monumento a Juárez, listas para recibir al General Antonio Rábago rodeando a Lázaro Gutiérrez de Lara en 1911.
Bombardeo revolucionario en la Toma de Ciudad Juárez
Retrato del General Porfirio Díaz Mori.