Una cuarta obra, Proteo, un drama satírico que se representaría junto a ellas, no ha sobrevivido.
La trilogía se representó originariamente en las fiestas Dionisias de Atenas en el año 458 a. C., donde ganó el primer premio.
La palabra no tenía este significado en la antigua Atenas, y muchas de las tragedias griegas que se conservan tienen un "final feliz".
Esquilo conocía perfectamente las reformas que Efialtes y Pericles habían impuesto al Tribunal del Areópago.
[3] Según el ISBN, traducciones recientes de esta obra al español en España son: