Sinfonía en re mayor, KV 141a (Mozart)

La Sinfonía n.º 50 en re mayor, K. 161+163/141a probablemente fue compuesta por Wolfgang Amadeus Mozart en 1772, cuando el compositor tenía dieciséis años.

El padre Leopold Mozart planeó la gira para exhibir a sus prodigiosos hijos, Wolfgang y Nannerl en las principales cortes europeas.

[2]​ Posteriormente Leopold y sus hijos pasaron en Viena varios meses de 1768 durante los cuales el joven maestro hizo un esfuerzo consciente por adaptar su estilo sinfónico a los gustos del público vienés, adoptando entre otras cosas la estructura en cuatro movimientos.

En enero de 1779 regresó a su ciudad natal donde creó otras tres sinfonías (n.º 32, 33 y 34) con las que cierra su etapa en Salzburgo.

El maestro austríaco esperaba que algunas de su sinfonía operística se interpretase como obra independiente por derecho propio y por esta razón escribió un movimiento adicional para crear una obra de concierto multi-seccional.

La primera edición del último movimiento fue llevada a cabo en 1886 por el editor Gustav Nottebohm para la casa Breitkopf & Härtel en Leipzig, que publicó bajo la denominación Wolfgang Amadeus Mozarts Werke, Serie XXIV: Supplemente, Bd.1, No.10, tanto las partes como la partitura completa.

Algunas piezas, como la Sinfonía en fa mayor, K. 76, fueron publicadas en suplementos de la Alte-Mozart Ausgabe hasta 1910.

La partitura está escrita para una orquesta formada por: Las trompetas y los timbales permanecen en silencio durante el segundo movimiento.

En las orquestas de aquella época era una práctica común emplear el fagot y el clavecín, si estaban presentes en la orquesta, para reforzar la línea del bajo doblando a los violonchelos y los contrabajos o bien como continuo, incluso sin notación separada.

El primer movimiento, Allegro moderato, está escrito en la tonalidad de re mayor, en compás alla breve y sigue la forma sonata.

La recapitulación (compases 88 y siguientes) discurre en principio de la misma manera que la exposición.

Finaliza con una serie de acordes lentos, mantenidos durante todo el compás, que incluye una breve amortiguación en modo menor.

Un crescendo con ejecuciones virtuosísticas presagia la recapitulación (compases 86 y siguientes), que está estructurada como la primera parte del Finale.

Mozart en 1770.
Wolfgang y Nannerl hacia 1763.