Julius Bahnsen

Allí estudió filosofía y en 1853 se graduó con Friedrich Theodor Vischer con un tema relacionado con la estética.En 1862, Bahnsen consiguió un empleo en un gymnasium en Lauenburg (Lębork), Pomerania, donde vivió hasta su muerte.Aunque a este respecto la voluntad schopenhaueriana sin razón, y todo lo que abarca, todavía se acepta como la esencia del mundo y la única cosa real, no considera que la voluntad sea la misma en todos los individuos, sino tan múltiple como ellos.La oposición resulta sólo en la negación y la consiguiente destrucción de los aspectos contradictorios.El sistema filosófico de Bahnsen solo estaba dando, sin embargo, sus primeros pasos.Al igual que el pesimista alemán Philipp Mainländer, Bahnsen se inclinó hacia el pluralismo ontológico y afirmó que no existe una voluntad unificada, sino solo voluntades individuales, con sus propios anhelos, objetivos y deseos específicos.Sin embargo, estas voluntades individuales ("Willhenaden" [1]​) sufren de deseos contradictorios debido a su naturaleza irracional.Esta cosmovisión extremadamente pesimista, que no ofrece escapatoria al sujeto, diferencia a Bahnsen no sólo de Schopenhauer, sino también del resto de sus contemporáneos pesimistas (Frauenstädt, Mainländer, Hartmann).Esto no es sorprendente, ya que ambos pensadores tenían principios e influencias filosóficas similares, pero diferían crucialmente en su interpretación de ellas.La voluntad no tiene objetivos, para eso requeriría racionalidad, y Schopenhauer tenía claro que el intelecto era solo un esclavo accidental de la voluntad, y no una característica esencial de ella.Hartmann se defendió afirmando que la voluntad misma era irracional y precisamente por eso necesitaba del espíritu para dirigirla hacia una meta.Este debate no pudo resolverse, ya que Hartmann consideraba el sentimiento como una representación inconsciente, mientras que Bahnsen no podía decidirse a aceptar la realidad indemostrable de esta llamada "representación inconsciente".Unos años antes de que Nietzsche desarrollara su perspectivismo y Kierkegaard escribiera que todas las elecciones conducen al dolor y al arrepentimiento,[5]​ Bahnsen ya había previsto estas conclusiones.Ante una existencia tan fatal, Bahnsen ve el humor como algo casi sagrado.Por esta razón, y por otros aspectos más técnicos, Bahnsen coincidió con otros pesimistas como Julius Frauenstädt, Philipp Mainländer y Karl Robert Eduard von Hartmann en que el realismo trascendental es superior al idealismo trascendental.Debido a que siente el "Weltschmerz" del ser, la empatía y la compasión lo alimentan aún más.Bahnsen criticó el pesimismo "hedonista", la posición de que los dolores del mundo superan en número a sus placeres en calidad y cantidad.Hay otras razones para ser pesimista sobre el mundo, afirmó: darse cuenta de que todos los objetivos e ideales morales son inútiles y, sin embargo, perseguirlos, sabiendo muy bien que no hay salida ni salvación, eso es verdadero pesimismo.