Idealismo trascendental

Brevemente expuesto, el idealismo trascendental establece que todo conocimiento exige la existencia de dos elementos: el primero, externo al sujeto (lo dado, o principio material), es decir, un objeto de conocimiento.

Para Kant el conocimiento se compone de tres niveles diferentes y sucesivos.

La elección de estas tres ideas no es casual: Dios, alma y mundo se corresponden, ni más ni menos, con las tres sustancias cartesianas: res cogitans («pienso, ergo existo», la propia conciencia, la sustancia pensante), res infinita (Dios) y res extensa (Mundo, o realidad externa, la sustancia extensa, lo material).

Las mismas que serán luego investigadas por John Locke y David Hume.

Sin embargo, eso no significa que Kant proponga un subjetivismo extremo, o una forma de convencionalismo epistemológico o moral: para Kant las formas de captar la realidad son universales, idénticas en todos los seres humanos, en sintonía con los ideales de la Ilustración, movimiento del cual es el máximo representante en Alemania.