Pluralismo (filosofía)

Para el monismo la realidad última es una en concreto y para el pluralismo es la totalidad de la ontología.

El pluralismo está compuesto de realidades independientes o bien interrelacionadas las unas con las otras.

Así, cuando el universo ha sido reducido a una realidad fundamental, se trata de indagar si tal realidad de base es una o múltiple, simple o compuesta.

La respuesta que afirma no la unicidad, sino la multiplicidad, se denomina pluralismo.

Afirma que la realidad está compuesta de pequeñas sustancias indivisibles denominadas átomos.

Posiciones monistas son las de Anaxímenes, al decir que todo es aire.

Y en un sentido mucho más complejo pues funda la ontología occidental, Parménides, al afirmar la unidad absoluta del ser, y la no existencia del no ser.

Demócrito ha de atribuir a cada átomo las características definitorias del ser dadas por Parménides.

Esto afecta severamente a la hora de aplicar esta teoría en la práctica, ya que no tenemos un criterio definido.

Son entidades absolutas e incorpóreas que en conjunto dan la realidad del universo.

Las mónadas que disponen de percepciones y apercepciones son las almas.

Todas son allí ideas claras y ninguna es confusa (ver Descartes).

Si el mundo funciona como todo estructurado es porque Dios previó una armonía preestablecida, entre las mismas.

Leibniz apela a la metáfora del relojero perfecto en la articulación de las partes, ya que entre ellas no puede haber contactos.