Anaxímenes

Esta sustancia, afirmaba, se transforma en las demás cosas a través de la rarefacción y la condensación.

[3]​ Teofrasto nos describe a Anaxímenes como discípulo y compañero de Anaximandro siendo, al parecer, unos 22 años más joven que él.

Anaxímenes creía que la Tierra era plana «como una hoja»,[5]​ y que se formó por la condensación del aire; los cuerpos celestes, también planos, nacieron a partir de la Tierra, debido a una rarefacción de su pneuma o exhalación.

Además, existen otros cuerpos, sólidos e invisibles, que servirían para explicar los meteoritos y los eclipses.

La diversidad de los seres se debe a dos procesos del aire: rarefacción y condensación.

Observó que el cielo parecía girar alrededor de la estrella polar.