José León Sánchez

Su nombre indígena es Ocelotl, como el felino de la región (Leopardus pardalis).

Fue bautizado por un sacerdote católico, que heredó sus apellidos (Sánchez Alvarado) a los 700 habitantes del pueblo.

Cada vez que tenía un hijo, por vivir en la plena miseria, viajaba hasta el pueblo de Grecia y lo vendía.

Para José León Sánchez el hecho de que su madre fuese prostituta no es situación vergonzosa, además el escritor nunca pudo conocer a su padre ni saber con certeza quién era.

Fue condenado a cadena perpetua en el presidio de la Isla San Lucas, en donde pasa sus primeros años como preso en un calabozo bajo las peores condiciones, haciendo las necesidades fisiológicas en una esquina del mismo calabozo, con tan solo una hora de sol al día y tomando los alimentos en sus propias manos, pues ni un plato y vaso era digno de poseer.

Una vez que lo encuentran es llevado a la Penitenciaría Central de San José donde es encarcelado en la celda número diez, de la cual también se intenta fugar amarrando sábanas y cobijas para bajar por las altas columnas del edificio que actualmente es el Museo del Niño.

Él y su compañero son alcanzados por uno de los guardianes que les lanza una lluvia de balas, su compañero fallece en el intento y una bala se le incrusta muy cerca del corazón.

Como no existe editorial que quiera hacerse cargo de la publicación decide construir un polígrafo y comenzar con la publicación, con la tinta que le regala René Picado y el papel que le regala un benévolo vendedor de biblias de San José.

En sus treinta años de presidio y en la colonia, José León constituye bajo la égida del Lic.

Sus libros han sido traducidos al inglés, italiano, ruso, alemán, holandés, francés y mandarín.

La Editorial Costa Rica ha publicado sus mejores cuentos bajo el título «La Cattleya Negra».

Se le otorgó el Premio Nacional de Literatura Aquileo J. Echeverría en 1967.

Trata sobre las condiciones inhumanas del penal de la Isla San Lucas en Costa Rica.

La comida era escasa, el hambre se enseñoreaba, al mismo tiempo que los malos tratos y las golpizas de los guardias.

En una ocasión llegó un preso nuevo que odiaba el agua, los guardias día a día se divertían con su miedo a las olas del mar, lo libraban de su grillete y lo empujaban al mar dejando que las olas casi lo ahogaran para rescatarlo posteriormente; en una de tantas el preso que odiaba el agua y no sabía nadar fue atrapado por la turbulencia de las olas y arrastrado mar adentro; los guardias preocupados lo veían manotear y a punto de ahogarse; lo observaban con la certidumbre que se ahogaría, cuando el preso empezó a bracear vigorosamente, nadando como un pez.

Fue la última vez que se le vio, no pudieron capturarlo ni encontrar rastros de su cuerpo.

Muelle de la Isla San Lucas.
Día Internacional Nelson Mandela 2018
Entrega de la Presea Nelson Mandela de la CNDH a José León Sánchez
José León Sánchez (derecha), junto a José Daniel Corrales, quien funge como Director de Investigaciones de varios proyectos del escritor.
Durante una exposición en la Universidad de Costa Rica acompañado por su Director de Investigaciones José Daniel Corrales.
José Daniel Corrales Céspedes y José León Sánchez en una conferencia a la Televisión Costarricense sostienen un ejemplar del Códice Borbónico.
José Daniel Corrales Céspedes y José León Sánchez Alvarado durante la grabación de un programa cultural de la Televisión Costarricense hablan sobre los impactos que surgen gracias a su trabajo de investigación sobre los Quipus literarios y los libros precolombino.
José Daniel Corrales Céspedes y José León Sánchez en una conferencia a la Televisión Costarricense sostienen un ejemplar del Códice Borbónico.