Hospicio de Huérfanos de San José

Desde sus orígenes ha mantenido dos constantes, por una parte ha estado dirigida y gestionada por mujeres, por otro lado se ha dedicado a la protección de las personas menores de edad en vulnerabilidad.

Dicha sociedad de mujeres filántropas realizaba múltiples actividades para conseguir los fondos necesarios para mantener funcionando el hospicio.

Si bien, el discurso de la época se refiere a la "beneficencia" o "caridad" independientemente de las palabras utilizadas para solapar las acciones políticas de las mujeres, los resultados tenían fundamentos sociales modernos y efectos que cambiarían la sociedad costarricense, con eco en muchas décadas posteriores.

Botey, M. (1337): La historiadora Eugenia Rodríguez, una pionera en la investigación sobre la historia de las mujeres, ha elaborado una periodización sobre el desarrollo del movimiento femenino en Costa Rica, que estructura en tres grandes etapas.

Según el análisis de la historiadora Ana María Botey, estas mujeres si bien pertenecían a la clase alta, se hicieron un espacio en la vida pública y política del país a través de la caridad, pero sobre todo a través de acciones concretas que sí llegaron a dar resultados específicos recibidos por la población meta de sus proyectos.

Por ello, Rodríguez citada por Botey considera a estas mujeres como pioneras en los movimientos femeninos nacionales.

Un Hospicio era una institución creada durante el siglo XIX para mejorar las condiciones de salud general en las comunidades.

Las instalaciones se ubican en una zona rural, que permite a cada residente gozar de aire fresco y condiciones idóneas para realizar actividades lúdicas al aire libre.

Invitación a actividad de beneficencia Damas Vicentinas, 7 de marzo de 1887, Bocaccio. Original en colecciones de Biblioteca Nacional SINABI