José Benito de Azcuénaga

Resultaron vencedores los realistas, sufriendo los atacantes numerosas pérdidas, hasta el punto que Romarate juzgaba que dadas las pérdidas sufridas, apenas estuviera en condiciones la flota patriota pondría rumbo a Buenos Aires, por lo que solicitó a su comandancia urgentes refuerzos para aniquilarla antes de que se refugiaran en puerto, suponiendo ya estarían movilizadas las fuerzas de Montevideo: José Benito de Azcuénaga, coincidía con Romarate: "...creo que han quedado escarmentados para no volver a insultar otra vez las fuerzas nacionales.

Asegurado el desembarco, Brown llevó la escuadra en dirección a los buques realistas para simular un ataque como distracción del esfuerzo principal.

En el momento en que la defensa se apercibió del ataque, la flota de Brown inició un cañoneo como distracción desde el oeste sobre la escuadra realista.

En ese momento crítico se ordenó al pífano y al tambor tocar la marcha Saint Patrick’s Day in the Morning ("En la Mañana de San Patricio").

[3]​ El avance de las tropas se renovó con gran empuje siendo el fuerte atacado a bayoneta calada.

Las bajas de los atacantes consistieron en tres soldados muertos y cinco heridos.

[7]​ Los habitantes, al igual que los restantes miembros de la guarnición consiguieron embarcar en la flota.

La victoria de Brown dividió las fuerzas enemigas, aseguró para las Provincias Unidas el control del acceso a los ríos interiores y posibilitó su posterior e inmediato avance sobre Montevideo y con ello, tras la decisiva victoria en el Combate naval del Buceo, cerrar por mar el bloqueo al que esa ciudad era sometida por tierra, forzando finalmente así su rendición.

Jacinto de Romarate Salamanca.
Brown (óleo de F.Goulu, 1825).
Imagen satelital de Martín García.