Los dragones atacaron sable en mano a las tropas de Montevideo en dos oportunidades, replegádose sobre el cerro al refugiarse el enemigo entre calles y caminos cubiertos.
El 27 de marzo las posiciones estaban invertidas y la guarnición entera debió socorrer a Oroná, sitiado por Artigas en las Víboras.
Dado que sólo había oficiales subalternos, estos efectuaron una junta para decidir el comando del asalto, eligiendo al teniente Oroná.
Asegurado el desembarco, Brown llevó la escuadra en dirección a los buques realistas para simular un ataque como distracción del esfuerzo principal.
No obstante, el avance sobre la plaza iniciado a las 4 de la mañana había sido detectado y al subir el cerro que daba acceso al puerto recibieron un intenso fuego de las fuerzas realistas.
En ese momento la flota de Brown inició un cañoneo como distracción desde el oeste sobre la escuadra realista.
En ese momento se ordenó al pífano y al tambor tocar la marcha "En la Mañana de San Patricio" (Saint Patrick’s Day in the Morning)[3] y el asalto a bayoneta calada se reanudó con gran empuje[4] sobrepasando a los defensores del fuerte quienes huyeron hacia las naves o se rindieron tras veinte minutos de combate.
[6] Los habitantes, al igual que los restantes miembros de la guarnición consiguieron embarcar en la flota.
Pedro Oroná, con el grado de teniente coronel, se sumó a la División Maldonado como segundo del comandante Leonardo Olivera.
Maldonado era un punto sensible a la resistencia, en razón del gran número de vecinos aportuguesados.
El 6, ante las novedades y desalentado por la falta de apoyo popular inició la retirada hacia Santa Fe.