Intercambio de poblaciones entre Grecia y Turquía

[3]​ Este intercambio de población, o expulsión mutua acordada, no se basó en la lengua o el grupo étnico, sino en la identidad religiosa, e implicó a casi todos los ciudadanos cristianos ortodoxos de Turquía, incluyendo a ciudadanos ortodoxos que hablaban solo turco, y a la mayoría de los ciudadanos musulmanes de Grecia, incluyendo a aquellos que hablaban exclusivamente griego.[4]​ Dos semanas después del tratado, las potencias aliadas entregaron Estambul a los nacionalistas turcos, marcando con dicho acto la salida final de los ejércitos invasores en Anatolia.Durante las deliberaciones celebradas en Lausana, la cuestión de quién era exactamente griego, turco o albanés era rutinariamente debatida.Entre 1923 y 1930, la entrada de estos refugiados a Turquía alteraría dramáticamente la sociedad en Anatolia.[9]​ El arquitecto encargado del intercambio fue Fridtjof Nansen, encomendado por la Sociedad de Naciones.Esto podría conseguirse más eficazmente con un intercambio, y "las mejores garantías para la seguridad y el desarrollo de las minorías que quedasen" después del intercambio "sería aquellos proporcionados tanto por las leyes del país como por la política liberal de Turquía respecto a todas las comunidades, cuyos miembros no se hayan desviado de su deber como ciudadanos turcos".Un intercambio también sería útil como respuesta a la violencia en los Balcanes; "había", en cualquier caso, "alrededor de un millón de turcos sin alimento o refugio en países donde ni Europa ni América estaban dispuestos a tomar interés alguno".Creía que el componente económico del problema de los refugiados griegos y turcos merecía la mayor atención.Cuando la Comisión llegó a Grecia, el gobierno griego ya había asentado provisionalmente a 72.581 familias agrícolas, casi todas en Macedonia, donde las casas abandonadas por los emigrados musulmanes y la fertilidad de la tierra hicieron su establecimiento practicable y auspicioso.Como resultado, era bastante difícil asentar a los refugiados en Anatolia ya que muchas de estas casas habían sido ocupadas por personas desplazadas por la guerra antes de que el gobierno pudiera calcular su número.El primer ministro Metaxas, con el apoyo del Rey, respondió a los comunistas estableciendo un régimen autoritario en 1936.Aun así, debido a la naturaleza heterogénea de las anteriores tierras otomanas, muchos otros grupos étnicos pasaron por desafíos sociales y legales respecto a los términos del acuerdo años después.La aceptación del tratado por el sultán Mehmed VI enfadó a los nacionalistas turcos, quienes establecieron un gobierno rival en Ankara (Angora) y reorganizaron las fuerzas turcas con el objetivo de bloquear la implementación del tratado.[1]​[23]​ El acuerdo por tanto meramente ratificó lo que ya había sido perpetrado contra estas poblaciones griegas y turcas.Del 1.200.000 griegos implicados en el intercambio, sólo aproximadamente 150.000 fueron reasentados de manera humana.Eran como medio millón y se les unió a los griegos expulsados antes de la firma del tratado.[27]​ Por otro lado, la población musulmana en Grecia, que no había estado implicada en el reciente conflicto greco-turco en Anatolia, estaba casi intacta.[30]​ Las propiedades fueron confiscadas arbitrariamente etiquetando a los dueños anteriores como “fugitivos” bajo el tribunal de ley.[31]​[32]​[33]​ Además, la mayor parte de propiedades griegas fueron declaradas "no reclamadas" y el estado las asumió como suyas.[31]​ Consiguientemente, la mayor parte de propiedades griegas fueron vendidas en valor nominal por el gobierno turco.[31]​ Subcomités que operaban bajo el marco del Comité para Propiedades Abandonadas habían emprendido la verificación de personas que iban a ser transferidas para continuar la tarea de vender las propiedades abandonadas.Los habitantes musulmanes de habla griega y turca de esta isla (turcos cretenses) se mudaron, principalmente a la costa anatolia, pero también a Siria, Líbano y Egipto.[35]​ No obstante, las deportaciones trajeron retos significativos, como el ser sacado forzadamente de su tierra y prácticamente abandonar el negocio familiar bien desarrollado.Los países también afrontan otros desafíos prácticos: por ejemplo, incluso décadas después, uno podría notar que ciertas partes de Atenas se desarrollaron precipitadamente, áreas residenciales fueron levantadas deprisa mientras recibían a los refugiados que huían de Asia Menor (ejemplo Nueva Esmirna, Nea Smirni).Hasta hoy en día, ambos países tienen todavía propiedades, e incluso pueblos como Kayaköy, que quedaron abandonados desde el intercambio.
Documento de 1914 que muestra las cifras oficiales del censo de población del Imperio otomano en 1914. La población total (suma de todos los millets ) era de 20.975.345, y la población griega era 1.792.206.
Distribución de griegos anatolios en 1910: los griegos hablantes de griego moderno o, demótico o kazaverusa en color amarillo; en naranja los griegos hablantes de griego póntico y griego capadocio y en verde las poblaciones grecoparlantes aisladas. [ 7 ]
Población griega en Estambul y porcentajes del total de población de la ciudad (1844–1997). Los pogromos y las políticas en Turquía dirigieron virtualmente al éxodo de la comunidad griega restante.
Declaración de Propiedad durante el intercambio poblacional greco-turca desde Yena ( Kaynarca ) a Salónica (16 de diciembre de 1927).