Está ubicada en el Museo Catedralicio de Orense (Galicia, España).
[1]: 101 Inicialmente estaba proyectada la construcción en esta parte de un pequeño recinto circunvalado, destinado a atrio o claustro, que se iba a extender un poco más allá de la cabecera; este espacio recibía el nombre del santo patrón de la seo, San Martín, y en él fueron sepultados numerosos prebendados, varios de los cuales contaban con monumentos o sarcófagos, albergando el resto simples lápidas con inscripciones.
Sin embargo, la intromisión del corregidor de Orense en los asuntos y herencia de Sotelo y Novoa dio lugar a un pleito en el cual la Real Audiencia falló a favor del cabildo, lo que permitió la venta en 1633 de sus bienes en pública subasta.
Los brazos están flexionados y las manos juntas en actitud orante, con las extremidades levemente desplazadas al lado izquierdo, lo que en cierta medida rompe la frontalidad en la que podría haber caído la imagen, detalle que deja patente una significativa evolución con respecto a la Inmaculada tallada por el maestro en 1656 para la Capilla de la Conversión de San Pablo.
Los ropajes se caracterizan por mostrar pliegues angulosos dotados de gran rigidez y una caída casi vertical, lo que dota a la figura de un gran hieratismo, aunque la ampulosidad del manto aporta cierto carácter dinámico a la obra.
La imagen, seguidora de unos tipos iconográficos distintos a los de Gregorio Fernández,[2] se apoya en una peana compuesta por una media luna con las puntas hacia arriba, varias cabezas de querubines y un dragón, todo ello muy mutilado, siendo las figuras del dragón y los ángeles apenas apreciables.