Ursaria era el nombre con el que se conocía el actual río Osera[10][7], cuyo significado es país o tierra de osos (ursus en latín).[7][13] Idea expuesta originalmente por fray Tomás de Peralta en el siglo XVII: "El sitio es una montaña, cuyas inaccesibles cuestas y empinados riscos causan horror al que las mira".[15][8] Los modestos edificios iniciales fueron ampliándose gracias a las donaciones y las adquisiciones de la comunidad monástica.Entre los primeros monjes de Osera estuvo san Famiano, primer miembro canonizado del Císter, peregrino alemán que en 1142 abrazó la vida monástica, falleciendo en 1150 en Galesse (Italia), de cuya ciudad es patrono.Durante su mandato se obtuvo la convalidación de la bula concedida por el papa Eugenio IV para que el monasterio recuperara todos sus bienes.El gran incendio de En 1552 redujo a cenizas todos los edificios, menos el templo.La escondida situación del monasterio y la dificultad de acceso en aquellos tiempos lo salvaron.Terminado el trienio liberal, los monjes regresaron en 1823 para encontrar un caserón desmantelado, sin puertas, ventanas y muebles.El monasterio permaneció abandonado casi un siglo, habiendo llegado los edificios al borde de la ruina.