Historia de Mozambique

La historia de Mozambique se encuentra documentada por lo menos a partir del siglo X, ya que fue cuando Mozambique apareció por primera vez en los relatos de unos estudiosos viajeros y mercaderes árabes.

Probablemente el evento más importante de esa prehistoria haya sido el establecimiento en esa región de los pueblos bantúes que no sólo eran agricultores, sino que también introdujeron la metalurgia entre los siglos I y IV.

Cuando Vasco da Gama llegó por primera vez a Mozambique, en 1497, ya existían plazas comerciales árabes y una gran parte de la población se había adherido al islam.

Los mwenemutapas reinaron hasta finales del siglo XVII, ya que fueron reemplazados por la dinastía de los ghangamiras, otro grupo shona que dominaba el reino Butua, contribuyendo así para la extensión territorial del Imperio.

Las relaciones de los changamiras con los portugueses tuvieron altos y bajos, pero en 1693 hubo un levantamiento armado en que los soldados portugueses que residían en la capital fueron expulsados, varias iglesias fueron destruidas y se le impidió a los colonos portugueses, durante algún tiempo, el acceso al oro y al comercio con los reinos indígenas.

Por aquella época, sin embargo, los portugueses controlaban el valle del Zambezi y comenzaban a interesarse más por el marfil, empresa que los condujo a realizar acuerdos con los estados marave.

El Imperio mwenemutapa, con mucho menos poder económico que antes, se mantuvo hasta mediados del siglo XIX, cuando fue desmembrado por los Estados Militares que se formaron como resistencia ante los prazeiros de la administración portuguesa.

Finalmente, la administración colonial portuguesa y británica en África terminó con el poder político de los jefes entonces existentes.

El nombre fue utilizado con referencia al establecimiento en esta región entre 1200 y 1400 de un pueblo cuyo clan dominante, denominado Phiri, pasó a ser el clan dominante por medio de alianzas con los linajes locales.

Recientemente, Rita Ferreira utilizó esta designación para el conjunto de tribus allí existente.

Los phiri habrán utilizado ese poder para expandir sus dominios y, más tarde, los prazeiros portugueses hicieron lo mismo.

Otros decretos del mismo año abolieron la esclavitud (oficialmente, puesto que los ahora libertos eran llevados a la fuerza para las islas francesas del océano Índico (Mauricio) o isla Borbón y Reunión, con el estatuto de contratados) y el impuesto individual, sustituyéndolo por el impuesto de palhota, una especie de contribución predial.

Después de ser engullidos por estas, vieron a la administración colonial organizarse finalmente –ya en la segunda mitad del siglo XIX- y utilizar su estructura feudal, también transformando los “xicundas” en cipayos, para someter a los pueblos de la región.

La Oost llegó a abrir en Sena una sucursal para incentivar en esa región la producción de maní.

Ese decreto suponía aún para los prazeiros la ocupación de las tierras arrendadas y el pago a la autoridad colonial del respectivo canon.

En la rica meseta del Niassa, se establecieron los bantú ajaua, agricultores y cazadores, pero también comerciantes que, en el siglo XVIII, ya islamizados, contribuirían al tráfico de esclavos.

Portugal, bien establecido en Goa, de donde venían directamente las órdenes relativas a Mozambique, consideraba que los comerciantes que se iban estableciendo en el interior del territorio formasen el sustrato para una administración más efectiva.

Podrían entonces evitar esa movilización, y así contar con ella para la construcción del ferrocarril que uniría Trasnvaal al puerto de Lourenço Marques.

Era claro para los portugueses que sólo una acción militar podía forzar el arraigo de la autoridad colonial en la región.

En diciembre, Mouzinho de Alburquerque sitió Chaimite y tomó al emperador, que allí se había refugiado, enviándolo después a las Azores, donde murió.

Con el apoyo de un pequeño ejército provisto por la administración colonial, formado por trescientos soldados regulares, esto es portugueses, y dos mil ochocientos cipayos; la Compañía intentó ocupar militarmente el territorio a partir de 1899.

Tuvo éxito inmediato en la conquista de las tierras del Jefe Mataca que había abandonado su sede, lográndose asegurar una posición militar en Metarica, en Niassa.

Cuando la independencia fue alcanzada en 1975, los líderes de la campaña militar del FRELIMO establecieron rápidamente un estado unipartidista aliado al bloque soviético y proscribió la actividad política rival.

Marcaron también este periodo el éxodo masivo de ciudadanos portugueses, infraestructura débil, nacionalización y mal manejo económico.

Su sucesor, Joaquim Chissano, continuó las reformas y comenzaron las conversaciones de paz con la RENAMO.

La nueva constitución redactada en 1990 proporcionada para un sistema político multipartidista, economía basada en el mercado y elecciones libres.

Carlos Cardoso, un periodista que investigaba estas denuncias, fue asesinado pero su muerte no fue explicada satisfactoriamente.

Varios ciudadanos portugueses que regresaron también han invertido en el país, así como algunas organizaciones italianas.

El ingreso per cápita se triplicó durante veinte años desde la guerra civil.

[5]​ En octubre de 2019, el presidente Filipe Nyusi fue reelegido tras una victoria aplastante en las elecciones generales.

La ciudad de Sofala en 1572.
Grabado de Mozambique realizado en 1598.
Hipopótamos en Mozambique, dibujados por el jesuita Michał Boym hacia 1643.
Esculturas y objetos en el Museo Regional de Algarve, en Lagos .
Beira , en 1905.
Escena de la batalla de Coolela el 7 de noviembre de 1895.
Beira en los años 1930.
Bandera de Mozambique desde 1975 a 1983.