[3] Al acabar su educación secundaria superior comenzó su formación artística en la Academia de Bellas Artes del pintor Carl Wilhelmson entre 1918 y 1919.
Pasó otro año en la Escuela Real de Bellas Artes de Estocolmo, pero a principios de 1920, se estableció definitivamente en París, donde el cubismo, el dadaísmo y el surrealismo estaban a la vanguardia del arte, para estudiar entre 1921 y 1922 en la escuela del pintor cubista André Lhote,[4] donde pudo aplicar las enseñanzas de los viejos maestros y al mismo tiempo incluir imágenes multifacéticas, formas geométricas y perspectivas rotas propias del cubismo.
[5] Al año, dejó la escuela para seguir su propio camino como se aprecia en su Autorretrato de 1923.
[7] La casa fue un lugar de encuentro de artistas dadaístas y surrealistas como Pablo Picasso, Alberto Giacometti, Yves Tanguy, Max Ernst, André Breton, Louis Aragon, Salvador Dali, Joan Miró, Paul Éluard con el que la pareja tuvo una estrecha amistad, Man Ray, Philippe Soupault y muchos otros.
[3] Según dijo: "apenas podía mostrar al grupo de Bretón lo que estaba haciendo".
[3] Durante el periodo de entreguerras, realizó varias exposiciones colectivas e individuales, tanto en Francia como en Suecia.
Sus primeras exposiciones individuales fueron en 1929 en París, en la galería de Leopold Zborowski y en 1932 en Estocolmo.
[6][5] En 1938, Knutson inició una relación con el poeta René Char a quien dio a conocer la poesía lírica alemana de Friedrich Hölderlin e introdujo en la filosofía del que para muchos es el pensador más influyente del siglo XX y de la filosofía contemporánea, Martin Heidegger, al que Char conoció personalmente años más tarde y con el que estableció una buena y larga amistad.
[5] Escribió en francés y sueco pero nunca publicó un volumen de su propia poesía en vida.
[14] Igualmente en 2019, New England Review, revista literaria trimestral publicada por el Middlebury College, publicó el relato escrito por Knutson The Black Virgin, traducido por Fiona Sze-Lorrain y Christina Cook.
[1] Durante muchos años, Knutson vivió eclipsada por la fama del que fue su marido Tristan Tzara, solo reconocida por haber sido su esposa, tanto en Francia, país en el que vivió, como en Suecia, su país de origen, y en el resto del mundo.
Sin embargo, tras su fallecimiento, su obra se convirtió en objeto de estudios, exposiciones y homenajes.
Entre las obras expuestas se encontraba uno de los cadáveres exquisitos elaborado por Valentine Hugo, André Breton y Greta Knutson.