Habitualmente, las gabarras no son autopropulsadas y necesitan ser movidas por un bote remolcador que tire de ellas o las empuje.
[1] Las gabarras se usaban inicialmente en canales, y las remolcaban animales de tiro que iban por un camino adyacente.
[2] Las barcazas más antiguas estaban construidas con madera, eran tiradas por ganado y, a menudo, también personas, como en Los sirgadores del Volga en Rusia.
[2] Los ríos y lagos han desempeñado durante mucho tiempo un papel importante en el transporte de carga a granel, como carbón en Alemania, Holanda, Francia, Bélgica, Canadá y Estados Unidos de América.
Como las vías fluviales solían ser circulares, el transporte y la entrega eran lentos pero muy económicos.
[3] Las grúas montadas en barcazas se utilizan para cargar y descargar mercancías.
Primero se utilizaron para transportar cereales y otros productos a granel.
[4] Hoy en día, 'gabarra' generalmente se refiere a una gabarra de tolva.
Las barcazas también se utilizan para artículos muy pesados o voluminosos; una barcaza estadounidense típica mide 195 por 35 pies (59,4 m × 10,7 m) y puede transportar hasta aproximadamente 1500 toneladas cortas (1400 t) de carga.
[8] Muchas barcazas, principalmente barcazas holandesas, que fueron diseñadas originalmente para transportar carga a lo largo de los canales de Europa, ya no son lo suficientemente grandes para competir en esta industria con embarcaciones más nuevas y más grandes.
Las mercancías de carga clásicas son, en particular: arena, grava, carbón, chatarra, semillas oleaginosas y basura.
En estas regiones preindustrializadas o con infraestructuras poco desarrolladas, muchas barcazas están diseñadas para ser impulsadas en las vías fluviales por largas y delgadas pértigas, por lo que se conocen en las vías fluviales americanas como barcos de pértiga, ya que el extenso oeste de Norteamérica se pobló utilizando los vastos sistemas fluviales tributarios de la cuenca del río Misisipi.
En la colonización del oeste americano era generalmente más rápido navegar río abajo desde Brownsville, Pensilvania, hasta la confluencia del río Ohio con el Misisipiy luego remar río arriba contra la corriente hasta San Luis que viajar por tierra en los escasos caminos de tierra primitivos durante muchas décadas después de la Revolución americana.
No obstante, los sistemas de barcazas y canales tuvieron una gran importancia económica, quizá incluso la principal, hasta después de la Primera Guerra Mundial en Europa, especialmente en las naciones más desarrolladas de los Países Bajos, Francia, Alemania y, sobre todo, en el Gran Bretaña, que más o menos hicieron suyo el sistema.