Se inicia en la capital de España en agricultura, botánica y geografía.
Por entonces casó con Paula Heredero, de la que no tuvo hijos.
Tras la muerte de Fernando VII regresó a Madrid y fundó el Boletín de Comercio, llamado después El Eco del Comercio, periódico liberal exaltado y del que fue redactor principal.
Sin embargo, debido a sus ataques contra el gobierno sufrió nuevas persecuciones, en parte granjeadas por su carácter polemista y combativo.
En general, la obra literaria de Fermín Caballero ha sido elogiada por la propiedad de su lenguaje, su interés por la narración y la actitud crítica que siempre la preside.
Poco después, tras la caída de su amigo Joaquín María López, cuyas obras completas editó, abandonó la política.
En 1976 se imprimió la obra Páginas costumbristas conmemorando el centenario de su muerte.