Su padre, Augusto II, intentó presionar a la szlachta polaca tras la Gran Guerra del Norte para que su hijo fuera elegido rey de Polonia-Lituania a su muerte, pero no logró tal cometido pues el Sejm de los aristócratas eligió monarca a Estanislao I Leszczynski en 1733, lo cual provocó la guerra de sucesión polaca (1733-1736), en la cual el joven Augusto de Sajonia debió solicitar ayuda militar de Sajonia y del Imperio ruso para su causa, aumentando con ello la influencia rusa sobre la República de las Dos Naciones.Augusto III conservó su título de elector de Sajonia al igual que su padre, pero mostró muy poco interés por las funciones gubernamentales, tanto en Sajonia como en Polonia-Lituania; de hecho, Augusto III delegó sus responsabilidades en ambos dominios a su ministro sajón Heinrich von Brühl, considerado un funcionario serio y leal, pero incompetente para las graves responsabilidades que se le encargaron.En Sajonia, el elector Augusto promovió activamente Dresde como centro cultural y artístico fundando la Gemäldegalerie Alte Meister, mientras abandonaba los asuntos políticos a Von Brühl.Durante este período, las poderosas familias szlachta de los Potocki y los Czartoryski fueron los verdaderos gobernantes de Polonia-Lituania, aunque estos aristócratas paralizaron la administración polaca con sus conflictos y disputas, impidiendo inclusive el funcionamiento del Sejm (parlamento polaco) y deteniendo así la toma de decisiones políticas a todo nivel, lo cual precipitó en pocas décadas la decadencia del reino polaco-lituano.Durante la guerra, Sajonia fue invadida por el mucho más poderoso Reino de Prusia y sufrió graves pérdidas materiales, mientras que Polonia-Lituania debió aceptar el rol de territorio de tránsito para las tropas del Imperio ruso que marcharon contra los prusianos, demostrando la progresiva pérdida de independencia del reino polaco-lituano.