Orgullo y prejuicio

Esta primera versión de la novela ya estaba esbozada por Jane Austen a los veintiún años.

La señora Bennet ve el matrimonio como la única esperanza para sus hijas, pues tras la muerte del señor Bennet las jóvenes quedarán abandonadas a su suerte cuando William Collins, primo de las muchachas, herede todo debido a que la propiedad forma parte de un mayorazgo del que es beneficiario.

El mayorazgo solo se transmite por linaje masculino, de manera que, al fallecimiento del padre, la madre y las hijas perderán la mayor parte de la fortuna y el derecho a habitar la propiedad.

No obstante, rápidamente los vecinos lo consideran orgulloso, alguien que los desprecia como socialmente inferiores.

Este comentario la hiere en su orgullo y aprovecha cualquier ocasión para hacer uso de su ingenio, permitiéndose ironías que bordean lo inadmisible en una joven.

Deseosa de animar esta unión tan ventajosa, la señora Bennet intenta forzar que Jane y Bingley se puedan encontrar juntos.

Durante el baile discuten fríamente y Elizabeth cada vez le soporta menos.

Después que Elizabeth rechace al señor Collins, este se casa rápidamente con Charlotte Lucas, la mejor amiga de Elizabeth, quien acepta su ofrecimiento con una estimación realista de sus opciones, dado que ya ha cumplido veintisiete años y solo tiene una pequeña dote.

Bingley decide repentinamente marcharse de nuevo a Londres, desilusionando a Jane y solo explicándose a través de una carta de la señorita Caroline Bingley, aclarando en el primer párrafo que pasarían todo el invierno en Londres; en casi toda la carta se encontraban elogios hacia la señorita Georgiana Darcy.

Estando con ellos, Darcy visita a la condesa y se aloja en su casa en la propiedad vecina, Rosings.

Al día siguiente, intercepta a Elizabeth mientras ella da su paseo matutino, le entrega una carta y se despide fríamente.

Revela, sin embargo, su historia en relación con el señor Wickham y la verdadera naturaleza de este.

De la misma forma, había preferido calificar el carácter silencioso de Darcy como defecto, sin detenerse a ver la amabilidad y rectitud que había demostrado en varias ocasiones desde que se conocieron.

Este acto final completa un giro radical en los sentimientos de Elizabeth, quien ahora lamenta haber rechazado la declaración de Darcy y comprende que las primeras impresiones, guiadas por el orgullo y el prejuicio, no siempre son las verdaderas.

Aun así, no guarda esperanzas de ningún tipo de acercamiento con Darcy, razonando que fue demasiado cruel al rechazar su confesión aun cuando este se mostró amable y atento con ella en Pemberley.

Tras su matrimonio, Elizabeth y Darcy se establecen definitivamente en Pemberley junto a Georgiana, quien se ha convertido no solo en su cuñada, también en su mejor amiga; allí los tíos y el padre de Elizabeth se vuelven visitantes asiduos y familiares muy apreciados para Darcy; tras algún tiempo Bingley compra una propiedad junto al hogar de su mejor amigo para felicidad de ambas esposas.

Finalmente se menciona que tras algún tiempo Darcy y Lady Catherine hacen las paces e incluso ella los visita ocasionalmente.

El peligro está en elegir mal, por inmadurez o por falta de disciplina afectiva.

Primera edición de la novela
La familia Bennet reunida
El señor William Lucas sugiere a Elizabeth como compañera de baile para el señor Darcy.
Autobús londinense con el anuncio de la película de 2005, Orgullo y prejuicio
Portada del tomo I de Orgullo y prejuicio traducida por José Jordán de Urriés Azara (1924).