Escuela Nacional de Antropología e Historia

Lázaro Cárdenas, le fijó a la escuela la meta de preparar científicos que requiriera el naciente instituto.Desde que fue fundada, la Escuela ha ocupado distintos edificios para desarrollar sus labores.La ENAH también ha sido un lugar propicio para el desarrollo del pensamiento crítico y la formulación de propuestas vanguardistas.[8]​ La ENAH forma especialistas capaces de realizar investigaciones en las diversas disciplinas antropológicas y la historia, en diálogo dinámico con las nuevas teorías y metodologías científicas, así como con los grandes problemas nacionales.Los estudios de Posgrado en la ENAH han crecido y se han diversificado, hoy en día se cuenta con cinco Posgrados que ofrecen el nivel maestría y el nivel doctoral en las especialidades de Antropología Social, Antropología Física, Arqueología/Estudios Arqueológicos, Lingüística (antes Ciencias del Lenguaje) e Historia y Etnohistoria.La ENAH imparte la especialidad en Antropología Forense en respuesta a la creciente demanda de profesionales en esta disciplina en México, en un contexto caracterizado por la crisis forense que afecta al país[10]​.Su enfoque es capacitar a los graduados para abordar con éxito los desafíos complejos relacionados con la identificación forense.El acervo documental de la biblioteca cuenta con más de 100,000 títulos especializados en antropología e historia, incluyendo materiales como folletos, censos, revistas, atlas, mapas, tesis y códices.[11]​ Entre sus acervos destacados se encuentran: El Archivo Histórico es una colección dedicada a preservar y organizar los documentos generados por el ejercicio de la antropología en México así como la memoria documental de la ENAH.El Fondo José Toribio Medina consiste en el acervo bibliográfico del Instituto Panamericano de Geografía e Historia (IPGH) cuenta con materiales que van desde el siglo XVI hasta el XX.Diez egresados de la ENAH han obtenido el Premio Nacional de Ciencias y Artes (máxima distinción que puede recibir un científico social en México): Santiago Genovés Tarazaga (1962), Ignacio Bernal y García Pimentel (1969), Pablo González Casanova (1984), Román Piña Chan (1994), Rodolfo Stavenhagen (1994), Eduardo Matos Moctezuma (2007), Margarita Nolasco Armas (2008), Roger Bartra Murià (2013), Antonio García de León Griego (2015) y Salomón Nahmad (2018).Otros premios nacionales que no han egresado de la ENAH, pero que han impartido cátedra en la institución son Mercedes de la Garza (2017) y Alfredo López Austin (2020).Durante este tiempo ha desarrollado una obra de excepcional valor como científico social, como investigador y como ensayista.La UNAM le otorgó el título de doctor honoris causa en 2015.El 2016 recibió el Premio Internacional Eulalio Ferrer en reconocimiento a su trayectoria de vida como humanista, líder e integrador.Ganó en 2000 la Beca Guggenheim, en 2005 la Beca Dumbarton Oaks (Harvard University), en 2013 la Beca del Institut d'Études Avancés de Paris y en 2015 el Shanghai Archaeology Forum Research Award por sus estudios arqueológicos e históricos en Tenochtitlan al frente del Proyecto Templo Mayor desde 1991.Sin lugar a duda es una de las mujeres más influyentes en el ámbito arqueológico en México.La arqueóloga ha colaborado en excavaciones en Turquía, Egipto, Bolivia e Israel, además de encabezar importantes proyectos en México.Es especialista en la ciudad de Teotihuacán, a la cual describió como una megalópolis del mundo antiguo, gigantesca para su tiempo, muy planificada y excepcional en muchos aspectos, como es su carácter multiétnico y su organización corporativa.La arqueóloga pertenece a la National Academy of Sciences de los Estados Unidos, nombramiento que la convirtió en la primera mujer mexicana en lograrlo.Por su experiencia ha sido galardonada en múltiples ocasiones, todo debido a su perspectiva interdisciplinaria en su profesión.Como coordinadora de libros colectivos, se ha hecho acreedora a un premio INAH y uno Antonio García Cubas.Dirigió la Escuela Nacional de Antropología e Historia, donde fundó la maestría en arqueología.Se hizo acreedor al Premio Nacional de Ciencias y Artes.Presidenta del Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales (1982-84).[19]​ Tuvo dos grandes temas de interés: la migración y la etnografía.Sus trabajos abarcaron la problemática de los pueblos indígenas, las fronteras políticas y los derechos humanos.Durante su brillante trayectoria académica ha recibido numerosos diplomas y distinciones, destacando el premio Joaquín Baranda que le confirió su Estado natal en 1963, y la medalla Justo Sierra Méndez el 26 de enero de 1985.Se hizo acreedor al Premio Nacional de Ciencias y Artes.En 1988, cuando el presidente Carlos Salinas de Gortari lo nombró director general del Instituto Nacional Indigenista, participó en las reformas constitucionales a los artículos 4 y 27.