Efecto oligodinámico

En los tiempos modernos, el efecto fue observado por Karl Wilhelm von Nägeli, aunque no identificó la causa.

El antiguo texto médico indio Sushruta Samhita promovía el uso de metales específicos en procedimientos quirúrgicos como medida para prevenir infecciones.

Los metales reaccionan con proteínas con grupos tiol (-SH) o amina (-NH(1,2,3)), un modo de acción al que los microorganismos pueden desarrollar farmacorresistencia.

El arsénico también se sigue utilizando para asesinar por envenenamiento, cuyo uso tiene una larga y continua historia tanto en la literatura como en los hechos.

[7]​ Se han utilizado compuestos de bismuto por sus acciones astringentes, antiflogísticas, bacteriostáticas y desinfectantes.

En dermatología, el subgalato de bismuto todavía se usa en pomadas y polvos vulnerarios, así como en antimicóticos.

[12]​ El sulfato de cobre se utiliza principalmente para destruir las algas verdes (algicidas) que crecen en embalses, estanques, piscinas y peceras.

El oro se utiliza en incrustaciones dentales e inhibe el crecimiento de bacterias.

[14]​ Los médicos prescriben diversas formas de plomo para curar dolencias que van desde el estreñimiento hasta enfermedades infecciosas como la peste.

Por razones toxicológicas y ecotoxicológicas, las sales de fenilmercurio ya no se utilizan.

Los comandantes militares llevaban vasos de plata para beber en las expediciones para protegerse contra las enfermedades.

Los apósitos para heridas impregnados con plata han demostrado ser especialmente útiles contra las bacterias resistentes a los antibióticos.

[27]​ Varios (cadmio, zinc, cobre y mercurio) pueden inducir complejos proteicos especiales llamados metalotioneínas.

Las cucharas de plata se autodesinfectan debido al efecto oligodinámico.