El metilmercurio (a veces escrito como metil-mercurio) es un catión organometálico de fórmula química [CH3Hg]+.
Sus efectos en el envenenamiento por mercurio son de especial relevancia en los alimentos para los bebés y en los que toman las mujeres durante el embarazo, ya que en este último caso se transfiere por vía de la placenta al feto.
Al tratarse de un catión la molécula posee una carga positiva que puede combinarse fácilmente con otros compuestos, generalmente formados por aniones, tales como los cloruros (Cl-), hidróxidos (OH-) y nitratos (NO3-).
[2] Por regla general se trata del pescado que ocupa las últimas posiciones dentro de la cadena trófica.
[3] El metilmercurio posee una gran capacidad para traspasar la barrera placentaria y la barrera hermatoencefálica, por esto es objeto de especial vigilancia la exposición durante el periodo de embarazo,[20] pudiendo afectar al desarrollo del cerebro fetal.