Las propiedades antimicrobianas del cobre aún se encuentran bajo investigación activa.
En 1867 presentó sus hallazgos a las Academias Francesas de Ciencia y Medicina, informándoles que aplicar cobre en la piel era eficaz para prevenir que alguien contrajera cólera.
[6] El efecto oligodinámico se descubrió en 1893 como un efecto tóxico de los iones metálicos sobre células vivas, algas, mohos, esporas, hongos, virus, microorganismos procarióticos y eucarióticos, incluso en concentraciones relativamente bajas.
[7] Este efecto antimicrobiano lo demuestran los iones de cobre, así como mercurio, plata, hierro, plomo, zinc, bismuto, oro y aluminio.
[25] También se investigó el acero inoxidable porque es un material de superficie importante en los entornos sanitarios actuales.
La E. coli O157: H7 produce potentes toxinas que provocan diarrea, dolores intensos y náuseas en las personas infectadas.
E. coli O157:H7 se ha convertido en una grave amenaza para la salud pública debido a su mayor incidencia y porque los niños de hasta 14 años, los ancianos y las personas inmunodeprimidas corren el riesgo de sufrir los síntomas más graves.
A temperaturas frías (4 °C), más del 99,9% de E. coli O157: H7 muere en 270 minutos.
[27] A bajas temperaturas, el proceso de inactivación duró aproximadamente una hora más.
Como en estudios previos,[30][31] no se observaron propiedades antibacterianas en acero inoxidable (UNS S30400).
Investigaciones posteriores realizadas en la Universidad de Southampton (Reino Unido) compararon la eficacia antimicrobiana del cobre y varios productos de recubrimiento patentados sin cobre para matar MRSA.
Sin embargo, ni un producto a base de triclosán ni dos tratamientos antimicrobianos a base de plata (Ag-A y Ag-B) mostraron una eficacia significativa contra MRSA.
En C75200, se observó una muerte casi total después de una hora (sin embargo, a las seis horas el C. difficile total aumentó y disminuyó más lentamente después).
En C70600, se observó una muerte casi total después de cinco horas.
Se descubrió que el virus de la influenza A sobrevive en grandes cantidades en acero inoxidable.
[43] La eficacia antifúngica del cobre se comparó con el aluminio en los siguientes organismos que pueden causar infecciones humanas: Aspergillus spp., Fusarium spp., Penicillium chrysogenum, Aspergillus niger y Candida albicans.