Esta lengua está lejos de desaparecer: si bien la mayoría de los hablantes son ancianos, muchos jóvenes todavía hablan el idioma, y hay varias asociaciones dedicadas a mantener vivo el idioma, como O Castello en Chiavari y A Compagna en Génova.
Sin embargo, desde 2008 existe una grafía oficial regularizada por la Academia Ligùstica do Brenno, que intenta ordenar la escritura basándose en el habla ciudadana del área de Portoria.
Al hablar y, por lo tanto, al escribir, a una vocal larga sigue una consonante simple (por ejemplo: la î larga de fîto, ‘rápido’/‘pronto’) y a las vocales cortas acentuadas pueden seguirlas consonantes dobles, que se pronuncian con mayor intensidad (como en tròppo, ‘demasiado’).
Esto último puede no ocurrir en palabras que terminan con /ŋ/, tales como s'asétan (‘se sientan’, del verbo ‘sentarse’).
Los artículos funcionan en genovés de un modo casi idéntico al español cuando preceden a sustantivos.
En genovés, llevan artículo también una enorme cantidad de nombres propios, al contrario que en español.
Es costumbre que vayan precedidos de artículo masculino o femenino, según el caso, los de los siguientes tipos: Sin embargo, no lo usan en general las provincias, ciudades, localidades, plazas y calles, salvo que tradicionalmente lleven un artículo, como A Spézza (La Spezia), O Çeiâ (Ceriale, en Savona), y O Pàize (como se le dice a Carloforte, enclave genovés en Cerdeña).
También es usual la terminación masculina de sustantivos y adjetivos en -o, como en crûo (crudo) o siâso (cedazo).
Existe pero es muy raro el uso de noî, voî y lô para las tres personas del plural.
Los pronombres quedan sin variación luego de preposiciones, ya que no existen los complementos que se usan en castellano, por ejemplo: Cuando expresan el objeto indirecto del verbo (caso dativo) o formas reflexivas, se modifican como en español, y no distinguen género.