[2] Una de las principales razones por las que se reclama la devolución del territorio son históricas.
La antigua capital del reino estuvo considerada una ciudad importante como centro cultural germánico.
[3] Königsberg fue fundada en una zona habitada por sambianos o por prusianos en un fuerte conocido como Twangste (Tuwangste, Tvankste), cuyo significado es "bosque de robles".
En 1255 los sambianos fueron conquistados por los caballeros teutones siendo Twangste destruida y reemplazada por una nueva fortaleza: Königsberg, nombre dado por el Rey Ottokar II de Bohemia, quien pagó por la construcción de la primera fortaleza durante la Cruzada Prusiana.
Löbenicht, localidad situada al este de Altstadt entre el Pregolya y el Bajo Estanque, obtuvo esos mismos derechos en 1327.
En 1340 pasó a formar parte de la Liga Hanseática desarrollando así una importante actividad económica en la región sureste del Báltico comerciando bienes por toda Prusia, Polonia y Lituania.
Una vez finalizada la contienda, el Gran Maestro Winrich von Kniprode fundó un convento cisterciense en la villa.
[9] Allí, las estudiantes aspirantes fueron educadas en Königsberg antes de seguir con su formación en otras localidades como Praga o Leipzig.
[10] En 1454 la Confederación Prusiana se rebeló contra la Orden de Teuta y pide formalmente al Rey Casimiro IV la incorporación a Polonia como territorio feudal.
La ciudad emerge como exportador de trigo, madera, cáñamo y peletería entre otros productos.
[16] En 1806 el Ejército Prusiano es derrotado por las tropas napoleónicas durante la Guerra de la Cuarta Coalición, en consecuencia, Federico Guillermo III trasladó su corte desde Berlín a Königsberg.
Entre los edificios destruidos estuvieron: la catedral, el castillo, todas las iglesias del casco antiguo, las universidades y los comercios.
[26] A partir de abril dio comienzo la Operación Samland con la que el I Frente del Báltico capturó la ciudad.
[27] Anteriormente, Hitler se refirió a Königsberg como un "bastión invencible del espíritu alemán", sin embargo la localidad cayó tras tres meses de asedio, tiempo que aprovecharon algunos civiles para escapar por ferrocarril o vía marítima desde el Puerto de Pillau.