Cruzada de Varna

La cruzada de Varna fue una infructuosa campaña militar organizada por varios monarcas europeos para contrarrestar la expansión del Imperio otomano en Europa Central, especialmente en los Balcanes entre 1443 y 1444.

La ley restringía la autoridad real al requerir la participación de los terratenientes en las decisiones políticas.

[5]​ Los cruzados, dirigidos por Vladislao, Hunyadi y Branković, atacaron a mediados de octubre.

La experiencia adquirida por Hunyadi en las campañas invernales de 1441-1442 daba aún más ventaja a las tropas húngaras.

Hasta la batalla de Zlatitsa los cruzados no se habían enfrentado a ningún gran ejército otomano, tan sólo guarniciones estacionadas en ciudades en la ruta hacia Edirne.

[6]​ Finalmente, en Zlatitsa se enfrentaron a un ejército defensivo bien posicionado y resultaron derrotados por los otomanos.

Đurađ Branković propuso a Vladislao III de Polonia y a Hunyadi que invernaran en las ciudades fortificadas serbias para continuar la campaña en la primavera del año siguiente (1444), pero ambos rehusaron la propuesta y retrocedieron.

[9]​ Aunque habían sido derrotados en Zlatitsa, la emboscada devolvió a los cruzados la impresión de una victoria cristiana global, y regresaron triunfantes.

[4]​ Ese mismo día, Vladislao celebró una Dieta en Buda, donde juró ante el cardenal Julian Cesarini encabezar una nueva expedición contra los otomanos en verano.

[4]​ Poco después de que los requisitos a corto plazo del tratado se incumplieran, los húngaros y sus aliados retomaron la cruzada.

Murad, que se había retirado poco después de la firma del tratado, fue llamado nuevamente para dirigir al ejército otomano.

La victoria otomana en Varna, seguida por la conseguida en la Segunda Batalla de Kosovo, disuadió a los estados europeos de enviar asistencia militar contundente a los bizantinos que pudiera frenar la ofensiva otomana sobre Constantinopla en 1453.

Mapa de las cruzadas de Władysław Warneńczyk ; y Janos Hunyadi
Mapa de Europa del Sudeste hacia 1444.