Criptojudaísmo

Esto debió ser entre los años 970 y 931 a. C. Sin embargo, su presencia histórica coincide con la conquista romana de tierras hispanas.Los sefarditas convivieron con musulmanes y cristianos durante varios siglos, en los que se apoyaron o resistieron según las circunstancias de cada época.Debe tenerse en cuenta que la religiosidad popular nunca ha coincidido con la ortodoxia de las religiones oficiales; en el caso del criptojudaísmo menos aún.No fue hasta la caída del Muro de Berlín entre 1989 y 1990 cuando muchos criptojudíos alemanes pudieron declarar su religión abiertamente.En la actualidad (2006) un grupo considerable de criptojudíos, en todo el mundo, están intentando volver a ser aceptados y reconocidos por la comunidad judía.El padre de Maimónides, por ejemplo, tuvo que declararse seguidor del Islam durante las persecuciones almohades en al-Ándalus en 1146.Hay tres componentes históricos distintos de las raíces coloniales del criptojudaísmo, en gran parte restringido a territorios ocupados por España, cada uno con aspectos geográficos y cronológicos distintos: raíces coloniales tempranas en todo el territorio novohispano, pero fue mucho más evidente en la provincia del Nuevo Reino de León (actual Nuevo León) y las provincias fronterizas de más al norte como Texas, Nuevo México y California.En muchos sentidos, las prácticas judías se veían reflejadas en las costumbres indígenas que estaban bajo un poco estricto velo católico.Sin embargo, un decreto similar pero posterior en Portugal fue hecho público en 1497, por lo cual muchos niños judíos fueron eficazmente convertidos, teniéndolos bajo la tutela del estado a menos que los padres también se convirtieran.La inmigración a México ofreció posibilidades comerciales lucrativas en una colonia ya bien asentada con la cultura española naciente, contrapesada por una población grande no cristiana.No obstante, los funcionarios españoles muy pronto encontraron y clausuraron sinagogas clandestinas en la Ciudad de México.Durante esos tiempos fue instituida formalmente la Inquisición mexicana para asegurar la ortodoxia de todos los emigrantes en México.Carvajal cargó naves en Portugal y la lista de pasajeros se piensa que pudo haber consistido exclusivamente en nuevos cristianos.Años después llegaron varios informes a la Ciudad de México, en los que se demandaba específicamente la práctica de rituales judíos precisamente en esa provincia norteña y los pocos esfuerzos que se hacían para convertir a los indígenas paganos.Durante la colonia española, se practicó el judaísmo solapadamente o poco vistoso debido a la hegemonía católica del Imperio Español, pero existe evidencia de ciudadanos prominentes y comunes conocidos como judíos públicamente, aunque hubo conversiones debido a matrimonios con puertorriqueños católicos, así como camposantos judíos.Luego del cambio de gobierno en el año 1898, los soldados judíos practicaron con total libertad su religión pero no se fundó una sinagoga debido a su estado transitorio.Algunas familias se han convertido al judaísmo porque aseguran que sus antepasados fueron secretamente judíos durante el siglo XIX o principios del XX, descendientes quizás de judíos provenientes de otras islas caribeñas que no pertenecían a España.Durante la Revolución Cubana, un número considerable de judíos y criptojudíos arribaron a Puerto Rico.Otros se han ido convirtiendo por haber perdido noción de su origen judío, así como por asimilación cultural.Después, muchos comerciantes judíos llegaron al extremo oriental de la isla durante los siglos XVI y XVII.Esto generó la preocupación del obispo franciscano fray Juan de Quevedo, quien se sentía inquisidor y quería a apresarlos.[2]​El tránsito de judíos por el Istmo quedó en evidencia en las frases de Domínguez Ortiz, quien escribió: «(…) desde Cartagena o Portobelo, fueron llegando tantos marranos al Perú que causaban preocupación a las autoridades y celos a los negociantes españoles que veían en ellos unos competidores peligrosos».Un destino relativamente seguro para judíos sefarditas conversos durante el periodo colonial fue Santa Cruz de la Sierra, en la actual Bolivia.Algunos rasgos de esta presencia judía aún se mantienen vivos y han influenciado la cultura local.[6]​ Algunas familias antiguas aún acostumbran encender velas los viernes al anochecer, y llorar sentados en el suelo la muerte de sus parientes queridos.
Auto de fe pintado por Pedro Berruguete en 1475.
Torá.
El Palacio de Gobierno de Nuevo León , México , fue lugar de culto de los criptojudíos.
Objetos judíos en el museo Metropolitano de Monterrey .