Tanto entre estos como entre sus propios hombres se hizo notar por su codicia y su crueldad.
Al poco tiempo cundió en la nueva urbe el hambre e incluso se presentaron casos de antropofagia entre los propios españoles, que Gutiérrez reprimió con terrible severidad.
[2] Gutiérrez decidió cruzar el istmo de Panamá en 1536, donde abandonó su cargo definitivamente.
[4] En medio de una coyuntura convulsa, surgió el conquistador don Gonzalo Pizarro, como figura destacada en una insurrección.
[4] Este episodio histórico refleja la compleja y a menudo violenta dinámica que caracterizó las relaciones entre los exploradores y conquistadores en América durante el período de la colonización.